Defienden la legalidad de la cantera de Fuente de la Peña

La indignación ciudadana por la reactivación de la cantera de la Fuente de la Peña y, por consiguiente, por la herida geológica que se ha abierto en un cerro protegido, recibió ayer la respuesta de la Junta de Andalucía, que defendió la legalidad de la actividad minera que se está realizando. Esta cantera cuenta con una concesión minera para explotación de calizas marmóreas de la Delegación Territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo (del Servicio de Industria, Energía y Minas). En 1981, se le otorgó una concesión por treinta años, que la Dirección General de Industria, Energía y Minas le prorrogó en junio de 2012 por otras tres décadas.

El Ejecutivo autonómico informó, en un comunicado, que, año tras año, se aprueba a la empresa un plan de labores, que supone la renovación de la autorización según la actividad que realice. Además, cuenta con un proyecto de restauración que fue aprobado por la Consejería de Medio Ambiente y autorizado por la Delegación de Economía (sobre restauración del espacio natural afectado por explotaciones mineras a cielo abierto).

Colectivos ecologistas, como GEA y Ecologistas en Acción, y de defensa del patrimonio, como Iniciativas, andamios para las ideas, denuncian que la brecha abierta en la montaña recorre, justo por encima, el Conjunto Rupestre de los Abrigos de la Fuente de la Peña, declarado Bien de Interés Cultural, en 1985, e inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz con la tipología de sitios con representaciones rupestres de la Edad del Bronce antiguo y Neolítico. Subrayan que su protección es integral. Sin embargo, en el mismo comunicado de la Junta de Andalucía, la Delegación de Cultura dice haber constatado que los elementos sobre los que se reclama protección se ubican en unos terrenos aledaños y que, por lo tanto, no están dentro de la explotación de la cantera. Además, se indica que las cuestiones que tengan que ver con la protección de bienes culturales afectan al Ayuntamiento de Jaén, al ser el monte de su titularidad. No obstante, se añade que la Junta, como Administración competente en la materia, está abierta a la revisión de cualquier aspecto que tenga que ver con este asunto.

Los colectivos denunciantes hacen hincapié también en que este cerro forma parte de un ecosistema montañoso que está protegido por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Jaén como monte público protegido por su alto valor ecológico, ya que en él se encuentran, además de dos importante acuíferos (el Ojo del Buey y la Fuente de la Peña), diversas especies vegetales y animales catalogadas como especies protegidas. Entre ellas una variedad de orquídea catalogada “en peligro de extinción” y una importante comunidad de aves de interés faunístico como el halcón común, el cernícalo, el búho real o el águila perdicera, entre otras.