Decenas de personas corren a fin de colaborar con Cáritas

Deporte por una buena casa. La carrera San Silvestre Solidaria demostró, en su tercera edición, el tirón que tiene. La convocatoria fue capaz de arrastrar a decenas de atletas, tanto vecinos de Alcalá la Real y otros puntos de la comarca, como personas que pasan las fiestas en el municipio. Había más de doscientos inscritos, aunque, finalmente, no todos llegaron a ponerse las zapatillas.

La prueba, de carácter no competitivo, sirvió para ayudar a Cáritas Interparroquial. De hecho, esta organización recibió la recaudación aportada por los atletas, de diferentes edades. La recogida de dorsales se realizó en la sede del mencionado colectivo, situada en la calle Alonso Alcalá —Braceros—, el sábado por la tarde y ayer a partir de mediodía. Se hizo así para que el público en general conociera las instalaciones, ubicadas en pleno casco antiguo, y la labor de la organización a lo largo del año.

El punto de salida y de llegada del recorrido se encontraba en el Paseo de los Álamos. A las seis de la tarde comenzó el recorrido, de ocho kilómetros, que pasó por las principales calles del casco urbano, que lucían radiantes gracias al alumbrado extraordinario de Navidad y por parajes situados alrededor del casco urbano. La prueba, organizada por el Ayuntamiento, contó con la colaboración de Cáritas, el colectivo A Correr Alcalá la Real, la Diputación y Protección Civil y con el patrocinio de industrias y otros negocios. Las inscripción, al precio de cinco euros, se entregaron en establecimientos de Alcalá, además de los institutos Antonio de Mendoza y Alfonso XI, y en algún local de Castillo de Locubín y Alcaudete.

El coordinador de Cáritas Interparroquial, Juan Manuel Ortiz, valoró la respuesta. “Como siempre, la gente de Alcalá es supersolidaria y se han apuntado muchos aficionados a correr, a pesar de que el cambio en la hora hizo que les costara acudir a quienes trabajaron en la aceituna. Estamos muy contentos”, apuntó. También dio las gracias a las casas comerciales colaboradoras. El dinero conseguido se dedicará al programa específico de inmigrantes, que este año es especialmente compleja dada la abundancia de personas desplazadas con la intención de trabajar en la campaña oleícola.

esfuerzo. En esta ocasión, dentro de la carrera no se recogieron alimentos no perecederos. Como recalcó Ortiz, en las últimas semanas se hizo hincapié en la “operación kilo”, con campañas en los centros de enseñanza y las parroquias, en las que la población hizo aportaciones de comida. En paralelo, Cáritas hace un esfuerzo para distribuir prendas de vestir y calzado entre las personas más necesitada, en particular entre los temporeros extranjeros.