Decathlon abrevia los plazos para abrir su gran comercio

La construcción del Parque Comercial Jaén Plaza va más allá de la limpieza del solar, que comenzó el pasado 20 de marzo. El Grupo Alvores se mueve ya para agilizar los trámites burocráticos que están “en sus manos” y para acelerar también los que dependen de las administraciones. Por eso, durante esta semana, la empresa promotora del gran centro comercial ha contactado con algunas empresas constructoras para invitarlas a que participen en la obra de Decathlon. De hecho, será, junto con Leroy Merlín, una de las grandes superficies comerciales que se instalarán en los terrenos que se encuentran enfrente del Campus de las Lagunillas de la Universidad de Jaén y a los que se accederá a través de la N-323, es decir, la carretera por la que la mayoría de los jiennenses también acude a La Loma.

Alvores ha contactado con algunas constructoras para invitarlas formalmente a la licitación de la obra de Decathlon, que parece que se convertirá en la primera marca que se instalará en el “Jaén Plaza” o, al menos, la primera que pondrá en marcha los trabajos para levantar su centro comercial. Precisamente, la empresa jiennense Vialterra ha sido invitada para que participe en la adjudicación, por lo que competirá con las grandes de la construcción en España. Alvores solicita presupuesto para una nave de 3.150 metros cuadrados donde se instalará la firma de material deportivo. Las dimensiones dejan claro que tendrá unas dimensiones considerables y que se asemejará bastante al que existe en el Parque Comercial de Pulianas en Granada o al que abrió en el kilómetro 4 de la Carretera de Palma del Río de Córdoba. La nave de Decathlon se ejecutará muy rápido, ya que los requerimientos técnicos hablan de un gran edificio que se levantará con materiales prácticamente reconstruidos —basados en hormigón y elementos metálicos, principalmente—. Además, demanda una gran “playa” de aparcamientos y un muelle de carga y descarga, que servirá para mover materiales y que entren los camiones. Asimismo, el proyecto también ha de contener la infraestructura dentro del protocolo de seguridad en caso de un incendio. Por otro lado, uno de los requerimientos radica en que debe de ser un espacio diáfano, es decir, Decathlon demanda un gran continente en forma de nave con unos requerimientos y especificidades técnicas muy concretas, al igual que una zona de carga y descarga y un espacio de aparcamientos determinado.

Sin embargo, será la filial del Grupo Mulliez —la matriz francesa de Decathlon— la que determinará los acabados interiores o, lo que es lo mismo, el tipo de iluminación, la disposición de los espacios y el revestimiento interior, ya que se ha de adaptar a los mandamientos técnicos y de imagen de la compañía. Precisamente, los clientes de esta multinacional saben bien que estos establecimientos comerciales son prácticamente iguales cuando se está dentro de ellos, ya que obedecen a un patrón de diseño y de distribución de los espacios muy concreto que le da buenos resultados.

Alvores quiere contar con los presupuestos de varias empresas constructoras antes de encargar el proyecto. No hay fecha determinada aún para el inicio y mucho menos para el fin de la obra. Incluso, se ha llegado a señalar a la próxima campaña de Navidad, aunque parece que puede ser demasiado apresurada. Por eso, otros creen que será un proyecto que se perfilará para el primer trimestre del próximo año.