Cuenta atrás para restringir el paso a la zona peatonal

Los que sean residentes, propietarios o usuarios de cocheras que estén dentro del perímetro de la zona peatonal tienen que justificarlo. Esta medida, adoptada por el Ayuntamiento, afecta al perímetro que forman la Plaza de los Jardinillos, calle Doctor Eduardo Arroyo, calle Los Álamos, Plaza de San Francisco, calle Ramón y Cajal, calle Manuel Jontoya, calle Ejido Alcantarilla, calle Fuente de Don Diego, calle Adarves Bajos, calle Puerta del Ángel, calle Vergara, calle del Rastro y calle Madre Soledad Torres Acosta. Si no es así, a partir del próximo 27 de noviembre, cuando se cierra la última fase del plan de peatonalización del casco urbano, pueden tener problemas para circular y ser sancionados cuando los agentes de la Policía Local les den el alto. Ya ocurrió así en la calle las Bernardas, donde se restringió el acceso a residentes el pasado 10 de noviembre. Los permisos se tramitan a través de la Concejalía de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Transportes y las peticiones de documentación e información están disponibles en el Negociado de Transportes, en la Carrera de Jesús. Ayer, se formaron colas y hubo cierto lío cuando los funcionarios municipales tuvieron que atender a las decenas de vecinos que acudieron.

Entre las quejas de los ciudadanos, el poco tiempo disponible para presentar la documentación que se reclama. Se trata, en el caso de los residentes, a los que se entregará una autorización para el vehículo que sea propiedad del titular, la solicitud original y la fotocopia para compulsar el permiso de circulación del vehículo. En el caso de usuarios de la plaza de aparcamiento, es preciso demostrar que se es dueño plaza de aparcamiento o, en su caso, que hay en vigor un contrato de alquiler. Este último requisito también puede hacer aflorar algunos tratos que existen, sin declarar, en el casco antiguo. Para la calle Bernabé Soriano, como dejan claro los responsables municipales, no se concederá autorización alguna, al no haber cocheras.

dinero de europa. Las medidas para cerrar al tráfico el casco urbano están ya a punto de culminarse en esta primera fase en la que los cambios se limitan a una reordenación del tráfico y a obras menores. El Gobierno local, no obstante, tiene previsto un plan de reducción de tráfico en el casco urbano que, como avanzó el alcalde Javier Márquez, puede durar décadas. El objetivo, como dejó claro, es acometer transformación profundas de la ciudad al estilo de Málaga y otras capitales de provincia españolas, unas medidas, que apuntó, están contempladas en el Plan General de Ordenación Urbana y que quieren vertebrar la ciudad de norte a sur. Para estos cambios, es fundamental contar con dinero como el que espera proporcione la Unión Europea, en el marco del programa de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado, los fondos DUSI. La estrategia con la que concurre la ciudad, que opta a 15 millones de euros, ya está presentada ante el Ministerio de Hacienda, tal y como confirmó Rosa Cárdenas, concejal de Servicios Técnicos Municipales, Patrimonio, Imefe y Nuevas Tecnologías.