“Continuamos sin ser iguales”

A María de los Ángeles Sepúlveda, la directora general de Violencia de Género, le gusta decir que las mujeres deben romper “el techo de cristal” que les impide estar en el mismo plano que los hombres. ¿Por qué? Dio la respuesta a esta pregunta con la conferencia que sirvió para inaugurar la tercera edición de las Jornadas Mujer, organizadas por Diario JAÉN y Radio J, en colaboración con el Instituto Andaluz de la Mujer. “Seguimos sin ser iguales”, resumió. Habló del patriarcado, de la violencia machista, de la absurda redundancia que supone referirse al concepto “igualdad real”, de la discriminación en todos los ámbitos...“Necesitamos que este asunto se trate en foros como el que organiza el periódico” insistió la directora general. Precisamente, las participantes en las Jornadas Mujer trataron de aportar su granito de arena para construir una sociedad más justa e igualitaria.

María de los Ángeles Sepúlveda recordó un detalle que pudiera parecer menor, pero que sirve para perfilar la magnitud de la situación: “No fue hasta 1966 cuando a las mujeres españolas se les permitió ser juezas. Y es que se pensaba que el carácter de una magistrada iba en contra del sentido de la delicadeza consustancial de las mujeres”, relató. “¿Cabrá un mayor estereotipo?”, se preguntó inmediatamente. Al respecto, señaló que los “mitos, los prejuicios y los postulados machistas siguen existiendo”: “Desde luego, hace que persista esa discriminación que nos convierte en personas desiguales”, agregó. cON ese punto de partida, María de los Ángeles Sepúlveda dio un paso más para describir lo que algunos llaman “micromachismos” y que ella prefiere denominar como “machismo cotidiano”. “No podemos referirnos a este problema como algo ‘micro’, porque es macro”, analizó. En ese terreno situó “el suelo pegajoso de la conciliación familiar”. “Esas mal llamadas cargas familiares, de los hijos, de las personas dependientes, de nuestros mayores... nos impiden romper el techo de cristal. Son asignaturas pendientes. Hay que acabar con ese machismo cotidiano”.

En otro orden de cosas, Sepúlveda recordó que actualmente está en trámite la modificación de la Ley de violencia de Género. “No solo será víctima la mujer que recibe los golpes e, incluso, a veces es asesinada. También son víctimas sus hijos y las personas dependientes de esa mujer”, dijo. Otra de las modificaciones de la norma será ampliar el concepto de violencia de género e ir más allá de los malos tratos que ejerce la pareja o expareja: “También se perseguirán el acoso y la agresión sexual, la mutilación genital, el matrimonio forzado y la trata con fines de explotación sexual”, aclaró. Eso sí, pidió que el Pacto de Estado contra la Violencia de Género “arranque” de una vez y que el Gobierno ponga el dinero necesario sobre la mesa, porque algunas medidas son “urgentes”.

Ese fue el punto de partida para las Jornadas Mujer, que contó con la conferencia de la juez Isabel Moreno, del Juzgado de Violencia de Género, y con una mesa redonda en la que varias especialistas abordaron el problema desde distintas perspectivas.