Condenada una mujer por vender droga, pero no por usar a su hijo de 8 años para entregar las dosis

El tribunal rechaza la agravante planteada por el Ministerio Público

09 ene 2018 / 09:03 H.

La Audiencia Provincial ha condenado a una vecina de la capital a tres años de cárcel por vender drogas en su casa de la capital. No obstante, el tribunal considera que la mujer no utilizó para ello a su propio hijo, un niño de 8 años, tal y como sostuvo la Fiscalía en el juicio, celebrado a principios de noviembre. De hecho, el Ministerio Público llegó a pedir ocho años de prisión, al considerar que concurría esta agravante. La sentencia también condena a un vecino de Sevilla que era quien le suministraba los estupefacientes a Luz Divina M. E. y a otro hombre que hacía los portes de la mercancía desde la ciudad hispalense hasta Jaén. No ha podido ser juzgado el esposo de esta jiennense, Aarón M. M., porque está prófugo de la Justicia.

Los cuatro fueron detenidos por la Policía Nacional en marzo de 2014, en el marco de la operación “Job”. Los investigadores de la Brigada Provincial de Estupefacientes estuvieron meses vigilando el domicilio en el que residían Luz Divina y Aarón, en el casco antiguo. En el juicio, los agentes describieron que los consumidores solo tenían que aparcar su coche delante del piso y hacer sonar el claxon. Inmediatamente, bajaba alguno de los miembros de la familia con una papelina. La Policía sostuvo que, en ocasiones, era el hijo del matrimonio el que bajaba la dosis. Sin embargo, la Audiencia considera que no hay pruebas suficientes que demuestren esta circunstancia, es decir, que la mujer usara al menor en sus negocios turbios.

La operación “Job” se fraguó a raíz de las pesquisas de la Policía sobre Aarón y Luz Divina. Los agentes supieron que tenían pensado ir a Sevilla para aprovisionarse de mercancía. El viaje se produjo el 20 de marzo de 2014. El matrimonio iba en un coche lanzadera, que abría camino al vehículo en el que llevaban 104 gramos de cocaína y 6 de heroína, y que iba conducido por Custodio P. G. Les dieron el alto cuando venían de vuelta. Dos meses después, la Policía entraba en “Las Tres Mil Viviendas” y arrestaba al suministrador. Tenía otros cien gramos de drogas en su domicilio. Este hombre, Manuel F. T., reconoció los hechos. Le han caído dos años y tres meses de cárcel. Mientras, la Audiencia impone un año y medio de prisión al “mulero” que hizo el porte. La sentencia puede recurrirse.