Cae una red que mataba caballos para cobrar el seguro

Hay 28 implicados en varias provincias, entre ellos ocho veterinarios

01 jul 2016 / 13:47 H.

La Guardia Civil da por desarticulada una organización criminal que, presuntamente, mataba caballos para cobrar cuantiosas indemnizaciones del seguro. Y es que hacían pasar a los equinos, cuya muerte forzaban, por ejemplares de pura raza para, de este modo, engordar los beneficios. En total, hay cuatro personas detenidas —todas en Jaén— y otras 24 investigadas que, según la Comandancia, podrían haber estafado un millón de euros a las compañías. Entre los implicados en la bautizada como operación “Picar”, hay ocho veterinarios, propietarios de establecimientos ecuestres, falsos dueños de caballos y conductores que simulaban atropellos para hacer ver que se trataba de muertes accidentales. A los 28 se les imputan delitos de pertenencia a grupo criminal, maltrato animal, falsedad documental y estafa continuada, tal y como explicaron el subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, y el jefe de la Comandancia, Luis Ortega Carmona. El teniente coronel puso de relieve “la extrema crueldad” de la organización para matar a los caballos.

Las investigaciones comenzaron en junio del año 2015, a raíz de la denuncia presentada por una compañía de seguros. Hubo una primera fase de la operación, que se centró en los falsos accidentes que sufrían los equinos. Los agentes de la Guardia Civil de Jaén tiraron de ese hilo y descubrieron una trama mucho más compleja y que se extendía por una decena de provincias. Presuntamente, utilizaban caballos que adquirían a muy bajos precios y los hacían pasar por otros ejemplares de pura raza española. Simplemente, daban el “cambiazo”. Según los investigadores, el papel de los veterinarios investigados era certificar que esos animales de peor categoría tenían unas excelentes cualidades de doma, porte y apariencia física cuando, en ocasiones, ni tan siquiera llegaban a verlos. Después, los sacrificaban, los maltrataban hasta la muerte o los incluían en “accidentes” de mentira, según siempre la Guardia Civil. Y, el siguiente paso, es pedir indemnizaciones al seguro, que no eran, ni mucho menos, exiguas.

A los caballos de pura raza española se les hacía “desaparecer” para proceder a su posterior venta, con lo que conseguían un doble beneficio. Los agentes han encontrado 65 equinos que podrían estar en esta situación, distribuidos por toda España e, incluso, en el extranjero, con otro microchip u otra documentación. La investigación, de hecho, aún sigue abierta.