Bolsonaro, contra los nativos

El presidente da a su Ministerio poder para que delimite las tierras indígenas

03 ene 2019 / 10:57 H.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, concede al Ministerio de Agricultura el poder para identificar y delimitar las tierras indígenas y de afrodescendientes, una importante victoria para la industria agraria que los activistas observan con bastante temor. Bolsonaro, que tomó posesión del cargo el martes, dictó poco después una orden ejecutiva por la cual despoja a la Fundación Nacional de Indígenas (FUNAI), que se ocupaba de todos los asuntos relacionados con las comunidades nativas, de la tarea de localizar y delimitar estas tierras.

Ahora, las funciones de FUNAI recaerán sobre un consejo interministerial integrado por las carteras de Agricultura, Defensa, Medio Ambiente, Derechos Humanos y Seguridad Institucional, si bien la cuestión de la tierra se desgajará a favor del primer Ministerio. También transfirió al Ministerio de Agricultura la regularización de las tierras quilombolas, como se conocen popularmente en Brasil los terrenos de las comunidades afrodescendientes, que correspondía al Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra). Bolsonaro comienza así a cumplir sus promesas. Durante la campaña electoral, ya anunció su intención de abrir estos terrenos a la actividad comercial, en un claro gesto hacia el sector agrario, uno de los poderes fácticos de Brasil. “Más de un 15 por ciento del territorio nacional está demarcado como tierra indígena y quilombola. Menos de un millón de personas viven en estos lugares aislados del Brasil de verdad, exploradas y manipuladas por las ONG. Vamos a integrar estas ciudades y revalorizarlas para todos los brasileños”, escribió en Twitter.

En la misma línea, la ministra de Agricultura, Tereza Cristina Dias, utilizó su discurso inaugural para defender a la industria agraria de quienes la acusan de crecer a costa del medio ambiente y de los derechos de indígenas y afrodescendientes.

“Brasil es un país con una legislación medioambiental extremadamente avanzada y es más que capaz de preservar sus bosques nativos. Nuestro país es un modelo a seguir, no un transgresor al que castigar”, afirmó Dias al tomar posesión del cargo.

Además, aprovechó la ocasión para alabar a los empresarios del campo brasileño porque su innovación tecnológica —que “infunde miedo” a sus competidores— les ha permitido continuar creciendo “prácticamente sin aumentar el área” de explotación.