Bobadilla Alta, una calle “olvidada”
de la capital

Vecinos de La Magdalena piden que se arregle el estado del casco histórico

02 abr 2018 / 08:48 H.

No hace falta que sea una zona turística para que se preocupen por ella, para los vecinos también podrían arreglar las calles”, denuncia Ángeles Estepa, presidenta de la Asociación de Vecinos de La Magdalena. Uno de los ejemplos más claros del “mal estado” al que hace referencia es Bobadilla Alta, que colinda con una ladera de la carretera de Circunvalación. Asfaltado “destrozado”, plantas que “crecen por doquier”. “Es lamentable”, dice Estepa, que, según comenta, una de las razones por las que no se interviene en esta zona es, posiblemente, el desconocimiento. De todas formas, “podrían ir a limpiarlo alguna vez”, subraya.

La dirigente del colectivo explica que no se trata de una zona de paso habitual, pero “eso no quiere decir que no se tenga que arreglar”. De hecho, los principales afectados son los propios vecinos que usan esa calle para transitar. “¿Como no es un sitio de paso, se olvidan de él?”, pregunta Estepa. Admite que puede haber falta de civismo de algunos residentes, pero que eso no quiere decir que “paguen justos por pecadores”. “Si, además de como está, no se cuida ni se limpia, su estado empeora y ya no hay forma de arreglarlo, y así está, hecho un desastre”, destaca.

La calle de Bobadilla Alta no es la única afectada por la “dejadez” que sienten los vecinos por parte de las administraciones públicas. Los recientes incidentes de las viviendas derrumbadas en la calle Alegría y Vicario, a pesar de encontrarse en San Juan, también les preocupan, pues el estilo de los edificios apenas varía de un barrio a otro, así como el mantenimiento y el cuidado que reciben por parte del Ayuntamiento, según denuncian los vecinos.

Es más, la limpieza en las calles “deja bastante que desear”. Estepa cuenta cómo antes disponían de un barrendero que, además, era vecino y se “volcaba” en su tarea. Sin embargo, esa persona ya no se encuentran esa zona y “se nota considerablemente”. “Si de por sí el mantenimiento es pésimo, ahora, peor”. Comenta cómo estos días de Semana Santa la ausencia de personal de limpieza en algunos puntos del casco histórico de la capital causa “estragos”. “Cuando nos levantamos el jueves por la mañana, fue una pena lo que descubrimos, pues la Plaza de la Magdalena daba asco, con pipas, papeles y suciedad”, detalla, y aporta: “Se tuvo que avisar y denunciar en las redes sociales y, desde ese momento, sí se acercaron para solucionarlo, pero fue ya por la tarde, y tuvo que salir de los propios vecinos la iniciativa de quejarse o, de otra forma, a saber cuánto tiempo continuaría de esa forma una zona turística muy visitada de Jaén”. Estepa manifiesta su descontento por la situación y exige “más planificación” para las próximas ocasiones, pues “no puede ser que esté así el barrio”. Los propios vecinos son un gran apoyo al mantenimiento de sus calles. De hecho es habitual que los residentes limpien la parte de la acera que se encuentra frente a sus viviendas, por lo que, “poco a poco”, eliminan la suciedad que otros han dejado y se preocupan por mantener cuidada esa zona de la ciudad que sienten como propia. “Si no fuera por ellos, a saber cómo estaría”, concluye.