Asaja destaca el excelente ritmo de comercialización del aceite

27 dic 2017 / 18:16 H.

Asaja en Jaén ha destacado el “excelente ritmo de comercialización” de aceite de oliva durante 2017, un año que acaba con “el toque amargo que la sequía ha dejado en la aceituna que ahora se recoge, notablemente inferior en cantidad” a la del año anterior, en el que empiezan a sentarse las bases de la próxima Política Agraria Común (PAC) y donde la xylella fastidosa “ya es una amenaza demasiado cercana”.

Así se ha puesto de relieve en el balance agrogandero que han ofrecido el gerente y portavoz de la organización, Luis Carlos Valero, y el jefe de los Servicios Técnicos, Cristóbal Gallego. En su comparecencia, han explicado que en 2017, por segunda campaña consecutiva, se ha disfrutado de buena cosecha oleícola y de buenos precios.

Han añadido que no hubo récord en producción, pero sí en la cuantía económica que supuso su venta, punto en el que han valorado “el excelente ritmo de comercialización dentro de un mercado global que crece en producción, pero también en consumo”.

En este ejercicio la sequía se ha hecho patente y, sin embargo, tampoco puede ser mitigada con el agua de la presa de Siles; donde la agricultura de precisión y las más avanzadas tecnologías comienzan a ser realidad en el sector primario, han nacido nuevas formas de seguros para proteger el negocio de los olivareros o en el que finalmente “se ha reconocido la inocuidad del uso del glifosato como herbicida” y se ha permitido su uso durante cinco años más.

Con respecto a la pasada campaña de aceite y aceituna, 2016-2017, la producción final fue de 1.286.569 toneladas de aceite en España, de las que 505.779 fueron de Jaén y 1.055.755, de Andalucía. Fue una campaña con buenas salidas y buenos precios, al igual que la del año anterior, y en la que se comercializaron una media de 117.500 toneladas de aceite español al mes, lo que dejó un enlace justo de 304.600 toneladas.

En cuanto a la que acaba de comenzar, la 2017-2018, sobresale la merma de producción que se espera y que ya están empezando a percibir los agricultores debido a la “grave sequía” que ha asolado a la provincia durante todo el año hidrológico, con tan sólo 350 litros por metro cuadrado de media, cuando lo habitual es de unos 530 litros.

Como avance, en cuanto a los datos reales de los dos primeros meses de campaña, desde Asaja se ha aludido a las 109.300 toneladas de aceite de oliva comercializadas el pasado noviembre, muestra de un mercado constante y fluido. Con respecto a la producción de aceite, se registraron 195.400 toneladas de aceite, que se suman a las 26.700 del mes de octubre. Las existencias actuales ascienden a 325.500 toneladas. PAC

Por otro lado, se ha referido a la PAC y a la tramitación de las ayudas y pagos de la campaña 2017 señalando que ha sido un año “complicado”. El retraso en las aplicaciones informáticas disponibles para empezar a tramitar las subvenciones, así como el hecho de reunir varias tramitaciones en el mismo periodo (traspasos de derechos, incidencias PAC 2015, ayudas a modernización) hizo que se ampliara el plazo de tramitación y actualmente se están materializando todos los pagos pendientes.

También ha hablado de la resolución provisional de las ayudas a modernización se publicó definitivamente en julio, tras un intento fallido que fue finalmente anulado en mayo. Las ayudas a Jóvenes de 2015 se empezaron a cobrar en el verano de 2017 y actualmente se están terminando de cobrar y la resolución de las ayudas a jóvenes de 2016 se han publicado recientemente, quedando fuera el 57 por ciento de los expedientes solicitados.

“En 2017 no ha habido ninguna convocatoria nueva por lo que, además de los dilatados retrasos en la resolución de los expedientes y los pagos, se ha quedado un año en blanco, el de 2017, en los que los jóvenes que se quieren dedicar al campo o todos aquellos que desean modernizar su explotación para hacerla más competitiva y eficaz, no han podido optar a las ayudas con dinero europeo destinado para estos fines”, han lamentado desde Asaja-Jaén.

De otro lado, se ha referido el año hidrológico que ha dejado “nefastas cifras para la provincia de Jaén” con una media de 350 litros por metro cuadrado desde el 1 de octubre de 2016 hasta final de septiembre de 2017, cuando lo habitual es que en esos doce meses se registren unos 532 litros por metro cuadrado.

Para la organización, con esta sequía, más que nunca es fundamental apostar por los riegos y por las infraestructuras que permitan almacenar el agua que escasea. “En el año que ahora nos deja, duele como una gran espina en el corazón de los agricultores lo sucedido con la Presa de Siles, con cuya agua aún no es posible regar”, ha afirmado para demandar que las administraciones se pongan de acuerdo sobre quién debe financiar las conducciones.

Igualmente, ha reivindicado la regulación definitiva de los riegos del Acuífero de la Loma y del resto de expedientes de riego aguas superficiales pendientes de resolución definitiva, así como para que los riegos con la balsa del Cadimo sean una realidad cuanto antes.

Sin dejar el capítulo de reivindicaciones, Asaja-Jaén ha recordado las realizadas para que no se cerrase el laboratorio de Sanidad Animal de Jaén, algo que finalmente se logró tras dos protestas, así como la manifestación en defensa del uso de Quads en el campo junto al resto de organizaciones agrarias y cooperativas.

En cuanto a la ganadería, ha apuntado que el sector lácteo “continúa su camino hacia la desaparición en la provincia, amenazado por la intención velada del cierre de la planta de Granada por parte de Lactalis, dueña de Puleva”. “Teniendo demanda de leche en España, todo parece indicar que avanzamos hacia una reducción de los precios por exceso de leche. Por desgracia, a lo largo de todos estos años hemos asistido a un desmantelamiento de este sector productor, que finalmente ha sido dejado en manos de empresas de otros estados miembro de la UE”, ha comentado.

Ha añadido, en lo que respecta a la sanidad animal, los productores han seguido asumiendo los costes de la aplicación de la vacuna de lengua azul y afrontan el 2018 volviendo a tener que asumir dichos costes.

La ganadería, además, se ha visto marcada por los mismos problemas administrativos de campañas pasadas y “la Administración, lejos de simplificar los trámites, ha continuado por la misma senda de otros años, enviando trámites de audiencia a destiempo que no tenían solución o que no afectaban a los pagos creando una incertidumbre innecesaria entre los productores”.

Por el contrario, en las ayudas agroambientales, donde son imprescindibles las comunicaciones a los productores, la forma de proceder de la Junta es la de colgar en sus webs la información de los expedientes, con lo que muchos productores corren el riesgo de que no corrijan las incidencias y queden fuera del derecho al cobro de las ayudas.