Arqueólogos ratifican la existencia de dos Iliturgi

Un equipo de la UJA descubre vestigios del asedio de Escipión

28 nov 2018 / 12:40 H.

No se trata de una solución salomónica sobre los dos municipios actuales que esgrimían, en su pasado ibero, el honor de ser la antigua Iliturgi, la ciudad a orillas del Guadalquivir que fue asediada y destruida por Publio Cornelio Escipión “El Africano”, en la II Guerra Púnica. No. Porque está documentado que Iliturgi estaba en Mengíbar y de ello, según los estudiosos, no cabe hoy la menor duda.

Lo novedoso es que un equipo de arqueólogos de la Universidad de Jaén y del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica, que dirige el profesor Manuel Molinos, han descubierto vestigios suficientes de la existencia de dos Iliturgi, una ibera, la del asedio de Escipión, situada en el Cerro la Muela, junto a la autovía, y otra romana ubicada a unos 500 metros de aquella, en el Cerro Maquiz, junto a la carretera de Villargordo. “No había ninguna duda de que la Iliturgi romana estaba en Maquiz, pero en las excavaciones nunca aparecieron restos iberos y quedaba esa duda”, comenta Manuel Molinos. Añade que en las últimas prospecciones de campo hechas en el Cerro la Muela “se han localizado unos restos iberos muy importantes y las investigaciones siguen en curso. Hemos descubierto que, al otro lado del río, hay un oppidum ibero que era anterior, que fue asediado y que se refundó la ciudad, ya totalmente romana, conservando el mismo nombre, Iliturgi”. Por su parte, el profesor Juan Pedro Bellón, director de la excavación, recuerda que en la década de los 80 un grupo de investigadores del Instituto Arqueológico Alemán y de la Universidad de Sevilla buscaron en el Cerro Maquiz vestigios del asedio de Escipión, pero no encontraron nada. “Cuando llegamos en 2014 a Mengíbar para ver si quedaban huellas, como en Baécula, de la II Guerra Púnica, las encontramos, pero no en el Cerro Maquiz, sino en el de La Muela, que es donde se situó la Iliturgi ibera”, precisa Juan Pedro Bellón.

Y añade: “Hemos encontrado la evidencia de ese asedio. Sabemos que el ejército romano incorporó la artillería en 209 a. C., que es cuando toman Cartagena. Escipión asedió Iliturgi porque decía que había traicionado a los romanos. Pero en realidad era un aviso para navegantes. Con ello los romanos le decían a Cástulo cómo se las gastaban y que les interesaba probar otras vías no bélicas, como la diplomática”.

Se suma toda una gran autoridad en epigrafía
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A comienzos de la década de 1960, los arqueólogos Antonio Blanco y Gaspar Lachica hallaron una lápida en el Cerro Maquiz con la inscripción: “T. Sempronio Gracco deductori populu iliturgitanus” (A Tiberio Sempronio Graco, su fundador, el pueblo iliturgitano). Una inscripción que, al estar descontextualizada, siembra todo tipo de dudas. Juan Pedro Bellón explica que hay estudiosos de mucha solvencia que dicen que la placa es auténtica y otros igual de solventes que dicen que es falsa. Los investigadores de la UJA van a contar con el apoyo de la profesora de la Universidad de Alcalá de Henares, Helena Gimeno, considerada la máxima autoridad en epigrafía, en corpus de inscripciones latinas, de España. “Me acaba de escribir y va a participar en un proyecto para que investigue sobre la autenticidad o no de la lápida”.