Alcaudete estrena un parque con utilidad para el turismo

Un proyecto versátil e imaginativo. El Ayuntamiento de Alcaudete es el impulsor de una zona verde que, además de los habituales usos de ocio, tiene una funcionalidad turística. Se trata del Miniparque de la Muralla, nombre que recibe de sus pequeñas dimensiones y su ubicación. Con la intervención, el equipo de Gobierno liderado por Valeriano Martín efectúa una profunda transformación en el espacio que sirve de acceso al casco histórico del municipio de la Sierra Sur. El jardín vertical, emplazado en la confluencia entre las calles emplazamiento en la Calle Carmen y Alcalde Fernando Tejero, ofrece unas vistas panorámicas de los principales monumentos, en particular del Castillo Calatravo y de la iglesia de Santa María la Mayor.

Fuentes municipales subrayan que se trata de “la entrada más singular al casco antiguo, que sorprende a los visitantes con su atractiva estructura, sus fuentes y la iluminación especial “artística”. No faltan pérgolas decorativas, sin olvidar el mobiliario urbano, con bancos y papeleras. Hasta el momento existía un espacio público relativamente degradado. Valeriano Martín califica el proyecto de “sorprendente por su vanguardismo perfectamente integrado en un casco histórico que a nadie ha dejado indiferente”. De hecho, desde su puesta de largo han sido numerosos los vecinos y visitantes que se han fotografiado en el lugar.

Con un presupuesto de licitación de 196.634,85 euros, la intervención fue adjudicada a la constructora marteña Tuccitana de Contratas (Tuccsa). El proyecto es obra de la arquitecta María Díaz y el técnico ingeniero industrial municipal Antonio Funes. Las obras comenzaron en la primera mitad de abril y, a pesar de las cuantiosas lluvias, se cumplieron los plazos estipulados, de tres meses. Díaz y Funes explotaron las posibilidades de la explanada, con una superficie aproximada de 760 metros cuadrados.

Con anterioridad el entorno se encontraba pavimentado en su totalidad, con una topografía prácticamente a nivel con ligeras pendientes hacia diversos imbornales de saneamiento dispuestos en el centro del parque. El recinto tenía un estado calificado en el propio proyecto de “abandono parcial”, pues se usaba únicamente su borde lateral derecho, que servía de aparcamiento de vehículos en hilera. En cuanto al pavimento, llamaba la atención su mal estado, a excepción de la parte de estacionamiento al aire libre, que se hallaba adoquinada.

Los trabajos comenzaron con la retirada de las luminarias antiguas para su sustitución por otras con óptica de vial y tecnología LED, lo que se traduce en un ahorro de energía. También se desmontaron los tramos de baranda metálica situados en el lugar donde se emplazará la caseta de instalaciones y se retiró el pavimento, con posterior renovación de las instalaciones subterráneas. Dentro de las tareas de remodelación total se conformaron las zonas verdes con instalación de fuentes ornamentales. Las nuevas luminarias también se colocaron con criterios estáticos. En paralelo, el personal delimitó los itinerarios para separar el parque en sí del área específica para los peatones. En la actuación se tuvo en cuenta el contraste entre los materiales de pavimentación, con baldosas y ladrillos acordes con el entorno arquitectónico del casco histórico alcaudetense. Desde la apertura, el lugar es muy frecuentado tanto por habitantes del municipio como por visitantes y turistas de diferentes procedencias.