A la Bética se entra por Mengíbar

Investigadores de la UJA localizan el Arco Jano de la Vía Augusta, el más antiguo de la península

23 may 2018 / 09:11 H.

Es el hallazgo más importante en las últimas décadas en la Hispania romana. Lo dicen así de claro los arqueólogos. La localización del Arco Jano de la Vía Augusta, su situación concreta con vestigios en Mengíbar, va mucho más allá de la repercusión local o nacional. “Ya desde el siglo XIX se habla de la búsqueda de este elemento simbólico, que servirá para fijar conceptos”. Son palabras de Manuel Molinos, director del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, centro al que pertenecen los responsables de “colocar” el kilómetro cero de la Vía Augusta en el término de Mengíbar, la frontera entre la Bética y la Tarraconense. Y los lidera Juan Pedro Bellón que, en la presentación oficial de este hallazgo en la UJA, no se olvidó de quienes forman equipo. “Su localización disipará muchas incógnitas sobre el pasado romano de Andalucía y ayudará, como punto de referencia, a resolver aspectos más o menos oscuros de la geografía antigua, entre otros campos”, insistió la vicerrectora María Dolores Rincón.

“De alguna manera, el arco monumentaliza una frontera, un camino, establece un punto cero y también la importancia del Alto Guadalquivir para Roma”, resume Juan Pedro Bellón. “No hay certeza de donde pasaban los límites. Augusto reformó la frontera, la desplazó hacia Iliturgi para quedarse con Cástulo. Es una línea con una importante trascendencia política”, apunta.

Hasta hoy el Arco Jano aparecía en diversas fuentes, como en los miliarios de la Mezquita de Córdoba. Estos eran, como explicó el investigador, puntos kilométricos con la información de distancias en las vías tradicionales entre Córdoba y otras ciudades. Y según los cálculos, hasta ahora, este debía estar por algún lugar indeterminado del Alto Guadalquivir. “Había muchas evidencias del Camino del Arrecife y de que aquí cruzaba el río Guadalquivir”, detalló, en referencia a los trabajos del catedrático francés de la Universidad de Burdeos Pierre Silliéres, investigador de las vías de comunicación romanas en Hispania. De hecho, él define este Arco Jano Augusto como la “Puerta de la Bética”. “Sin existir evidencias arqueológicas y materiales, él llega a la conclusión de que el Arco estaría sobre un puente y este habría sido arrastrado”, apuntó Bellón.

Con la situación aproximada propuesta por el catedrático y la popular sabiduría de Mengíbar, que tienen su Camino de los Romanos hasta señalizado, lograron establecer el lugar donde se levantaría este arco de entrada a la Bética. Allí, junto a la vía romana, en mitad del campo, existe una estructura cuadrangular que corresponde a los cimientos de uno de los pilares del arco. Fue hace apenas un mes y medio cuando los investigadores empezaron a trabajar sobre él y desde hace poco menos de una semana corroboraron su hipótesis con los hallazgos. “Justo al otro lado del camino, enterrado, estaban los cimientos del otro pilar”, apunta Bellón.

Completamente derruido el arco, tienen los investigadores otra hipótesis: Fue intencionadamente derribado entorno al siglo XIII y se utilizó la piedra del arco en la cimentación de la Torre de Mengíbar. “Con los restos existentes se podrá conocer las dimensiones del arco, dan información sobre el estilo, orden, proporciones y módulos”, asegura. Solo adelantan que tendría unos “seis o siete metros” como mínimo de elevación para dominar el pasaje. Y junto a este arco monumental, sospechan los investigadores, debió existir un templo cuya “presencia o ausencia” buscarán. Junto al río, ya han encontrado restos de un sitio romano que podría ser una “mansio” —parada junto a una calzada para pasar la noche durante el viaje—. “Lo que vendría a ser una venta en el principal cruce de caminos”, explica Bellón.

“Y ahora toca hablar de donde estamos y qué queremos”, dijo. Aquí el trabajo con diferentes instituciones es fundamental, como reconoció. Agradeció encarecidamente al Ayuntamiento de Mengíbar el apoyo a esta primera intervención. De hecho, este continúa. Como anunció el alcalde, Juan Bravo, ya se han iniciado los trámites para la adquisición del terreno a un propietario particular. “Además ya se han iniciado los trámites para solicitar la inclusión del sitio como BIC en el expediente incoado sobre el territorio de Iliturgi”, aseguró Bellón, que aplaudió a la delegada de Cultura, Pilar Salazar, la tramitación urgente de los permisos de la excavación. “Después habrá que musealizarlo. Tiene un potencial enorme”, reconoció. De hecho, valoran la idea de representar el volumen del arco mediante una arquitectura idealizada. Asimismo, los resultados serán presentados en Roma.

Más antiguo que el arco de bará, similar estructura

Así sería. El Arco de Bará (a la izquierda) es un arco honorífico dedicado a Augusto, construido a finales del siglo I a. C., sobre la Vía Augusta, a 20 kilómetros al norte de Tarragona. Actualmente corresponde a la carretera N-340. Los cimientos de los pilares descubiertos en Mengíbar del Arco Jano revelan que la construcción debió ser similar, aunque el de Jaén es más antiguo, del siglo II a. C.

“pistas” en los milarios
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cuentakilómetros. En el siglo I d.C. la Vía Augusta, que unía a Roma con Gades, era la ruta terrestre más importante de Bética. Discurría de este a oeste a lo largo de 262 millas, desde el Arco de Jano, situado en el Alto Guadalquivir —hasta ahora no se sabía donde exactamente— hasta Cádiez. En los miliarios de la época de Augusto —los que se conservan en la Mezquita de Córdoba— se enuncia el recorrido de la vía “a Baete et Iano Augusto ad Oceanum” (desde el Betis y el Jano Augusto hasta el Océano). Estos vestigios hacen referencia de las distancias por esta vía.

sólido respaldo
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institucional. El importante hallazgo de los investigadores en Mengíbar fue presentado en un acto en la UJA, para mostrar el respaldo al proyecto. En la foto, Juan Pedro Bellón, investigador responsable de Iliturgi; el director del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica, Manuel Molinos; la delegada de Cultura, Pilar Salazar; la vicerrectora de Promoción de la Cultura y Deportes, María Dolores Rincón; el alcalde de Mengíbar, Juan Bravo, y la concejal Adela Alonso. También participan en el proyecto el Departamento de Ingeniería Cartográfica, Geodesia y Fotogrametría de la UJA, la Universidad Complutense, el Instituto de Arqueología de Mérida y la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma.