Un derecho natural

10 may 2017 / 10:10 H.

Naturalmente que me parece un derecho natural el de la mujer a disponer de sí misma y de su cuerpo, para decidir la interrupción de un embarazo no deseado. También debe ser obvio que, como derecho no sea absoluto e incondicionado, sino por el contrario sometido a algunas limitaciones elementales de tiempo y otras realidades; condiciones con las que se alcanza un equilibrio entre la dignidad o la libertad de la mujer, y la protección de un feto que, sin ser todavía alguien, ha llegado a madurar como algo digno también de protección. Esta lección se aprende a veces temprano, cuando involuntariamente se produce un embarazo en la adolescencia que puede marcar el proyecto de vida de dos jóvenes, a quienes la mala fortuna los deja en un laberinto con una sola salida. En ese momento es necesario asegurarles ese derecho natural, frente a los fanatismos ideológicos o aquellas doctrinas religiosas que niegan una libertad esencial para ser uno mismo frente a las circunstancias.