‘Titulitis’ que te quiero, que te adoro

Se creen los políticos que le bailamos lo que ellos quieren y no es así, ya lo saben en mi comunidad y en la calle entera en la que vivo. Pasamos mucho de ellos, solo nos acordamos del alcalde cuando no nos arregla la calle y los coches nos mojan con lo charcos o a los niños se les mojan las zapatillas porque la alcantarilla no traga. La mejor prueba es que cada vez hay más gente que no vota. Mi marido y yo no somos de esos, pero conocemos a muchos que pasan porque siempre nos están engañando con promesas que luego no cumplen. ¿Se acuerdan de aquella de un alcalde, que luego lo fue, de hacer un Parque Zoológico en Jaén? Mira, mira, qué locuras que se les ocurren, como la del alcalde de un pueblo de por ahí arriba que se ha ofrecido a recoger a la momia de Franco (así la llaman sus propios nietos, eh). El caso es tenernos ocupados con ‘chominás’ y no hacer las cosas buenas para una ciudad, buen tráfico, buenos conciertos, con eso nos conformamos, ya ven con qué poco, y ni eso. Son los políticos tan ‘jartizos’ que ahora parecen “Mujeres, Hombre y Viceversa”, ese programa que tanto le gusta a las niñas y a los niños donde se ponen verdes de mierda y tan panchos ellos. Cómo se escupen los políticos estos días por esas cosas que los humanos machos y las humanas féminas, de andar por casa ambos y ambas, no damos crédito, por un máster más o por un máster menos en su currículum. ‘Titulitis’ que te quiero, ‘Titulitis’ que te adoro... Y el cementerio sin funcionarios que lo abran y que lo cierren, ole, ole, ole.