Eso es todo amigos

27 abr 2019 / 11:28 H.

Si en la política actual se trata de sobreactuar, tiene sentido que un actor alcance la presidencia en Ucrania. Pedro Sánchez se puso interesante, sacó morritos de “instagramer” y quiso elegir los mejores planos para lucir frente a la derecha “trifásica”, pero ante la negativa de la Junta Electoral de meter a Vox en el mismo redil, no dudó en convertir a la siempre vilipendiada televisión pública en saco de golpes, el honor lo salvaron los trabajadores del ente público y los espectadores disfrutaron así de dos veladas por el precio de una entrada. Esta vez la táctica de perfil bajo, ante la buena ola de las encuestas, hacía declinar el cuerpo a cuerpo. La táctica “amarrategui”, no obstante, fue afeada por el respetable y hubo que cambiarla con premura. Un primer asalto de tanteo y un segundo para que los espectadores, noqueados, tiraran la toalla en señal de derrota. El espíritu de Santiago Abascal, un púgil a su bola, sin invitación en los debates, planeó por el cuadrilatero y sin necesidad de invocarlo su sombra amenazaba al resto. “Kid Dynamite”, apodaban a Mike Tyson, esa criatura que abría la boca e intimidaba tanto o más que la velocidad de sus golpes. Así está su remedo político, el ultralíder de Vox, que no baja la guardia y que siempre está a la ofensiva, como aquel peso pesado campeón del mundo, ya sea con la “derechita cobarde”, señalando a los “traidores” o, en pose “trumpera”, sacudir a los medios de comunicación a los que veta. Dirá, no sin razón, que para pensamientos mínimos ya está el whatsapp y sus cadenas. El temor a su ascenso está fundado en el banco de pruebas que fueron los comicios andaluces. Sin necesidad de oír a sus candidatos, con mítines escogidos y con feligreses haciendo cola en la puerta deseosos de escuchar su escueto catecismo en boca del sumo sacerdote, cierra la campaña Vox. Desacomplejados y ultramontanos ya dieron un gancho inesperado al “status quo” y, ahora, en sus cálculos suman el voto oculto. Estamos avisados. El propio Pedro Sanchez, desde el centro del ring, se dirigió a los indecisos con un mensaje también nada sutil: “Soy el menos malo”. Y es que, al margen del interesante mercado de fichajes —por las páginas de “Marca” sí que pasaron todos los candidatos presidenciales— lo que realmente cotiza en estas elecciones es el miedo. Para darse un chute de optimismo bajó el candidato socialista a la noble villa de Alcalá la Real, gobernada ininterrumpidamente en democracia por su partido, para beber de ese manantial milagroso. Allí le esperaba, entre bambalinas, Suana Díaz, una reina, esta vez, de corazones, pero no “llena de furia ciega”, como en “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll, empeñada en cortar cabezas a las primeras de cambio, sino hacendosa por la causa de entronizar al rey de la “España que quieres”. Y si es cuestión de fe, hoy tiene previsto acudir al Santuario de la Virgen de la Cabeza para, en jornada de reflexión, atisbar la reconquista desde la azotea natural de Sierra Morena. Se desconoce si por promesa o penitencia.

Papelón, también, sin salir de aquel relato, el del presidente del PP de Jaén, Juan Diego Requena, que de estar en todas las quinielas aparece, por arte de birlibirloque, en el puesto 31 de las listas europeas. Un premio de consolación que lo deja como el Gato de Cheshire, de la obra de fantasía: con la sonrisa petrificada. Le sobran los motivos para tener el gesto agrio, las intrigas palaciegas le dejen fuera de foco y todos los honores se los lleva el candidato al senado y, a la sazón, alcalde de Jaén, Javier Márquez, pero estamos en campaña y hay que mantener la sonrisa para la foto. Anda, por lo tanto, la guardia pretoriana de Fernández de Moya con las ganas intactas de un buen viacrucis. Cabría imaginar que si la campaña dura dos días más veríamos a Requena como fichaje estrella de Ciudadanos, una exageración malitencionada sin duda. Mientras tanto, la diáspora de los señalados por Márquez busca tierras fértiles donde integrarse en listas preparadas “ad hoc”. Así, en giro inesperado, encontramos a Miguel Contreras en las listas del PP de Bedmar... En pelea desigual con Francisco Reyes. Se abre el telón de las municipales.