El esfuerzo
del pobre

Los actos de generosidad son más meritorios cuando el esfuerzo es mayor. 21 toneladas de alimentos se han recogido en muchos supermercados del país. España está pobre, se resquebraja por todos lados. Por muchos motivos los españoles vamos de sobresalto en sobresalto. Se conduele España de sí misma, se le atropella por todos los flancos. Nos quejamos cuando el agua nos llega al cuello porque al español ya de largo le viene este sufrimiento. Más aún a los andaluces, de lo contrario no seríamos el grupo cero de todos los ceros que queramos añadirle. Gritamos a veces pero nadie nos oye. ¿Estamos en desgracia o mal gobernados? ¡Huy, terreno resbaladizo! Muchos son los predicadores y pocos los consolados. El pueblo llano está harto de chuparse el dedo, de creerse tantas majaderías como unos y otros partidos reparten por doquier, y la paciencia tiene límites. Duele en la propia dignidad el ser tratados de ignorantes, de niños o bebés sin juicio formado. No hay peor insulto que pisar el honor de las personas, hacernos pasar por incautos. Ahora que la Navidad nos salpica el aliento, hemos tenido este testimonio escalofriante. La gente es solidaria, a nadie le sobra nada y ese “nadie” o pueblo llano ha ido con mínima aportación para esos hogares sin trabajo, al que granito a granito ha llenado sus vacíos graneros.