Una esperada hoja de ruta

La Junta de Andalucía ha presentado a agentes sociales el diagnóstico para apoyar la necesidad de una Inversión Territorial Integrada (ITI). El documento hace un completo análisis de la realidad en el que se muestran las luces y las sombras de la provincia jiennense. Se desarrollan cuáles son sus problemas estructurales y se abren líneas por las que trabajar con el fin de revertir una situación sostenida en el tiempo. No se nos descubre algo nuevo, tal y como se recoge en el diagnóstico, si se afirma que Jaén necesita un mejor desarrollo de las comunicaciones, tanto por carretera como a través de ferrocarril, y que las altas tasas de desempleo y la constante pérdida de población son dos problemas acuciantes que necesitan ser atajados con urgencia. También hemos asistido en primera fila al desmantelamiento de muchas industrias jiennenses, situación especialmente sangrante para algunas comarcas.

El diagnóstico presentado por la Administración autonómica ofrece, asimismo, un conjunto de posibilidades en las que la provincia jiennense puede apoyarse para tomar impulso, que permita la generación de riqueza y, por tanto, que permita fijar a la población al territorio. Por todo ello, se tienen puestas muchas esperanzas en la Inversión Territorial Integrada como un instrumento útil. Pero todo ello quedará en nada si hay un compromiso real, firme y decidido con la provincia jiennense por parte de todas las administraciones. Ese es, sin duda, un aspecto clave para que todos los diagnósticos, las propuestas y las posibles soluciones que se pongan encima de la mesa no queden en una mera declaración de intenciones. Desgraciadamente, Jaén ha vivido ya demasiadas ocasiones en las que los proyectos quedaron en papel