Un proceso fuera de la ley

15 jul 2017 / 10:43 H.

El proceso soberanista de Cataluña afronta un nuevo episodio con la salida de consejeros del Govern. En los últimos días se ha hablado mucho de las grietas internas en el equipo de Puigdemont que pretende llevar a Cataluña hasta la consulta independentista del próximo 1 de octubre. Según el propio presidente de la Generalitat, estos cuatro consejeros han decidido dar “un paso al lado” ante el proceso decisivo que se afronta por la proximidad del referéndum. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha entendido los cambios como una “purga” dentro del propio partido, en el marco de la “deriva” a la que está sometiendo a Cataluña, y dice que el Gobierno “estará en su sitio”, sin concretar más qué supone esta expresión.

Preocupa la secuencia de los hechos y la actitud de un Gobierno catalán que antepone las aspiraciones independentistas por encima del cumplimiento de lo establecido en la ley. Se evoluciona en el diseño de lo que se ha dado en llamar “desconexión” de Cataluña, a sabiendas de las consecuencias dramáticas que pueden tener para esta región con aspiraciones de país el saltarse la Constitución. Poca credibilidad tendrá un Gobierno que promulga como justificado el hacer caso omiso de la legalidad vigente y que diseña sus propias leyes al margen de lo que los propios ciudadanos refrendaron en las urnas. Por un lado piden poder sacar las urnas a la calle y, por otro, desprecian lo que sus mismos ciudadanos votaron en su momento. Se entiende, por tanto, que algunos consejeros hayan decidido dar ese paso al lado en esa puesta en escena independentista que adopta decisiones fuera de la ley y que, de no frenarse, llevará a escenarios no deseados.