Solidaridad y recursos

La inmigración en España requiere un consenso que, desgraciadamente, no existe en un país asimétrico y en el que poner de acuerdo a las 17 autonomías es un ejercicio desesperante. Este pasado jueves se acercaba directamente a puerto a un barco de salvamento para dar una atención prioritaria y ordenada a los inmigrantes, desbloqueando así el trabajo de comisarías de la zona. Este protocolo que tiene todo el sentido debe, sin embargo, estar acompañado de todos los medios necesarios para las comunidades receptoras, en este caso, y los datos así lo certifican, para Andalucía. Sin embargo, esta decisión del Gobierno no está acompañada de presupuesto y del necesario reparto a posteriori de los inmigrantes. Una patata caliente que el Ejecutivo de Pedro Sánchez tendría que enfriar de cara a la próxima reunión de la Conferencia Sectorial de Migraciones, que se celebrará el 5 de septiembre. La solidaridad y la atención que requieren estas personas rescatadas del mar es un orgullo para un país como España, pero esta gran responsabilidad no puede caer en manos de unas pocas comunidades receptoras. Se necesitan más recursos económicos y sociales para atender a todos los inmigrantes que llegan a las costas andaluzas y si las autonomías no son capaces de asumir su responsabilidad alícuota, el Estado debería tener resortes suficientes para imponer un escenario de mínimos. El problema de los menores no acompañados requiere de una respuesta conjunta que, de momento, no se están dando. Son necesarias medidas de calado para que el peso de la llegada de inmigrantes no recaiga en zonas saturadas y con verdaderos problemas de atención. Es el momento de gobernar y de ser solidarios en conjunto.