San Antón patrimonio vecinal

11 ene 2019 / 11:51 H.

La celebración de San Antón es una sabia mezcla de tradición histórica y participación popular que la hace diferente y tan llamativa a los ojos de los visitantes. Una fiesta participativa por barrios en la que todos los que llegan de fuera, sean vecinos de la ciudad o no, son bienvenidos al calor de una lumbre con unas rosetas, vino y comida para compartir. Ligada a esta fiesta única creció una carrera que bebe de esta pasión de la ciudad por salir a la calle a celebrar. La Carrera Urbana de San Antón tuvo así un marco único en el que convertir la calle en un escenario único para correr entre unos vecinos siempre fieles a la cita deportiva y también festiva. Las ocasiones en las que carrera y celebración coincidían en el calendario, las calles se convertían en un paisaje humano en el que ambas celebraciones se retroalimentaban. A este calor y a los beneficios que para el turismo, sector de hostelería y pernoctaciones, tenía para la ciudad, desde diversos colectivos profesionales y también vecinales se optó por hacer coincidir ambas celebraciones, siempre con el rechazo de quienes revitalizaron la fiesta de las lumbres y quieren que se mantenga en su fecha tradicional. El Ayuntamiento de Jaén anunció que durante dos años carrera y lumbres se harían conjuntamente en sábado y que, posteriormente, se realizaría un referéndum ciudadano para decidir qué hacer. Sin embargo, ahora, el Ayuntamiento ataja con argumentos peregrinos para no convocarlo. Una mala praxis política porque incumple la palabra dada. Ante esta práctica de hechos consumados, lo que es impensable es, encima, poner pegas a las asociaciones vecinales que quieran celebrar su lumbres la noche del 16 de enero. Ellas que fueron guardianes de la tradición.