Salida para la orujera de Baeza

03 dic 2016 / 11:16 H.

El ya histórico enfrentamiento entre la empresa de la orujera y el Ayuntamiento de Baeza parece, por fin, reconducirse para beneficio de la propia ciudad. La relación se tensó hasta límites insospechados al exigir el Ayuntamiento un control de la emisión de humos de las instalaciones por peligrar el título de Patrimonio de la Humanidad concedido por la Unesco en 2003 por la contaminación causada. Vías judiciales, sentencias con cierres parciales y un rifirrafe político que no amainaba. Ahora se aprueba inicialmente, en el marco del Plan de la Cornisa Sur, la reconversión de esta orejera en una almazara turística, visible. El proyecto supone un cambio significativo en la fachada y que se acabe con los humos. La actual alcaldesa siempre supeditó que antes de aprobar la propuesta empresarial tenía que tener el visto bueno inicial del llamado Plan Especial de Protección de la Cornisa Sur. Una vez superado este paso, por lo tanto, se desbloquea el asunto desde el punto de vista municipal y tendrá que ser la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y Cultura la que continúe con la tramitación. La empresa está satisfecha con la medida, aunque mantiene que se ha perdido mucho tiempo desde que en septiembre de 2015 solicitaran el permiso para la readaptación de las instalaciones. Solventados los primeros problemas, que no eran menores, queda mucho por avanzar y conviene llegar al máximo consenso posible para que la ciudad sea la que gane. Las lógicas suspicacias del equipo de gobierno ante los incumplimientos y desencuentros previos tienen que quedar ya en segundo plano para que se pueda avanzar en un cambio de imagen y sustancial para los baezanos.