¿Quién frena la deuda pública?

23 mar 2017 / 11:46 H.

El pleno extraordinario del pasado lunes sirvió para que el PP, apoyado en el voto de los ediles no adscritos, sacara adelante la refinanciación de la deuda municipal. El enésimo balón de oxígeno para que en lenguaje coloquial se pueda “seguir tirando”. Y es la alarmante precariedad de cada mes del Ayuntamiento de Jaén la que debe hacer recapacitar a la clase política sobre qué futuro aguarda a la ciudad. El déficit estructural de las cuentas públicas se mantiene, pero no se toman medidas para frenar la sangría. De este modo, la gestión pasa por renegociar la “trampa” con las entidades bancarias y ofrecer como logro menor, que lo es, poder ahorrar miles de euros en los pagos pendientes. Desde 2015, según el relato del propio concejal de Hacienda, el equipo de Gobierno ha logrado refinanciar a 10 años toda la deuda a largo plazo, en total más de 30 millones de dolorosos euros. Frente al ahorro en la deuda, la realidad es que el Ayuntamiento es incapaz de afrontar una inversión en la ciudad porque el escaso dinero que pueda ingresar por diferentes conceptos, entre ellos los propios del Estado, se destina a pagar el pozo sin fondo de su deuda. En esta situación, faltan iniciativas, pero también ajustes de cinturón para evitar que la sangría aumente. Es evidente que la ciudad no se puede permitir desatender servicios públicos, pero también lo es que debe reestructurar su organización y las empresas públicas dependientes del Ayuntamiento. Cuando se pospone la toma de decisiones, solo se consigue empeorar la situación hasta que sea del todo imposible solucionar los problemas de la mejor forma. De continuar así, el colapso será cuestión de tiempo y ciudadanos y trabajadores pagarán las consecuencias.