Precaución con la Xylella

20 oct 2018 / 11:24 H.

Hay preocupación por la llegada de la Xylella Fastidiosa a los campos jiennenses. Apareció en Italia, después en Francia, más tarde se detectaron casos en Baleares, el Levante, Madrid y hasta en un vivero de Almería. Todo estaba más tranquilo hasta que se rompió la tensa calma por la llegada de un nuevo caso en Bélgica, incluso más preocupante de lo normal, por dos motivos fundamentales. En primer lugar, porque lo que está infectado es un olivo. Y, en segundo, porque el vivero donde se ha encontrado indica que ese árbol procede de un criadero en España, lo que hace saltar todas las alarmas en el Ministerio de Agricultura. Las autoridades belgas confirman la Xylella en olivos ornamentales introducidos en el país por una empresa de Flandes que los había adquirido en España. Cuando se detectó la bacteria en estos árboles, había una parte del lote que ya había sido vendido a centros de jardinería. No obstante, todas las plantas contaminadas que tenía la empresa fueron destruidas. Ni que decir tiene que, en el vivero español, se realizaron todos los análisis pertinentes y el resultado fue negativo. No hay rastro de la bacteria, pero es normal que cunda el pánico entre quienes se ganan la vida con la producción de aceite de oliva. Lo que ocurre es que la amplia y creciente gama de huéspedes y el desconocimiento de esta bacteria la convierten en una amenaza imprevisible que emerge en Europa de manera poco predecible. A pesar de que algunas de las enfermedades que causa son conocidas desde hace más de un siglo, todavía no hay soluciones terapéuticas para evitar su desarrollo en las plantas infectadas. Es importante extremar la vigilancia e invertir más en investigación.