Menos consumo de aceite

08 feb 2018 / 09:09 H.

Los datos hechos públicos por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente revelan un preocupante descenso del consumo del aceite de oliva por parte de los españoles. Según se explica, el descenso con respecto al año pasado se cifra en torno a un 15%, mientras que este porcentaje aumenta hasta el 19% si se compara con los últimos cuatro años. Hace solo unas semanas, la Asociación Nacional de Envasadores de Grasas Vegetales (Anierac) también hacía público que el aceite de girasol aventaja al de oliva en España al obtener mejores resultados sobre su consumo. Se apunta al precio como el principal motivo de los consumidores para utilizar en sus cocinas otras grasas con un menor coste. No se trata una situación nueva y es habitual que el aceite de oliva se vea sometido a estos vaivenes de manera cíclica, en función de su mayor o menor valor en el mercado, pero es necesaria una reflexión sobre cómo atajar esa fuga de consumidores. Ocurre precisamente en un país que presume de su dieta mediterránea, que precisamente tiene en el “oro líquido” uno de sus indiscutibles protagonistas. Una de las principales bazas que tiene el aceite de oliva frente a otras grasas es, precisamente, sus múltiples beneficios para la salud. En las últimas décadas, las múltiples líneas de investigación han posibilitado demostrar científicamente sus bondades. Esta debe ser una línea por la que se debe seguir apostando, acompañada, eso sí, de la máxima difusión de los resultados para que lleguen a los consumidores. Tampoco se debe perder de vista a los consumidores del mañana, que aprendan desde niños las cualidades de un producto que va más allá de un alimento por los cuantiosos beneficios que su consumo reporta.