Medidas contra la exclusión

Los datos son, cuanto menos, preocupantes. El 13% de la población jiennense se encuentra en riesgo de exclusión social y, además, la provincia está en el top de la pobreza de Andalucía. La recuperación económica discrimina a las familias y la desigualdad existe en una sociedad que reivindica medidas urgentes para solucionar un grave problema. La falta de empleo es la principal inquietud que se puede extraer de las frías estadísticas de organizaciones como Avance o Cáritas Diocesana. El mercado laboral se recupera. Sin embargo, sus condiciones no garantizan la dignidad de las personas, sobre todo de las mujeres, de los jóvenes y de los parados de larga duración, derivadas de la precariedad como extendido modelo de vida entre los ciudadanos. Quienes están al pie del cañón de los que más ayuda necesitan reclaman una intervención urgente en materia de trabajo y en el acceso a la vivienda, a lo que hay que añadir respaldo público para paliar la soledad de las personas mayores, la falta de recursos para enfermos psíquicos sin hogar, la necesaria inserción social de los inmigrantes y el preocupante incremento de jóvenes víctimas de las drogas y de la violencia de género. Hay que tener en cuenta que Cáritas atendió, durante 2017, a 12.300 personas en la provincia, una cifra que, en comparación con el año anterior, aumentó en más de 5.000 jiennenses que piden asistencia y apoyo a la organización humanitaria. La formación es clave para huir de la exclusión social, lo mismo que es fundamental la unidad entre las administraciones públicas para priorizar e impulsar políticas sociales de calado que sean capaces de lograr una mayor cohesión social y equidad en el crecimiento económico.