Marco de convivencia

06 dic 2018 / 09:02 H.

El contexto social y político en la actualidad debería ser el mejor escaparate para lucir las bondades de la Constitución Española. Cada cierto tiempo se abren debates sobre sus debilidades, sobre sus puntos débiles, en ocasiones, más fruto de la improvisación política y de las proclamas ventajistas que de un debate riguroso. Sin embargo, cuanto tantos peligros parecen acechar al marco constitucional es el mejor momento para demostrar las cualidades y las bondades que nos han permitido tantos años de convivencia y, sobre todo, la garantía de derechos civiles. Algunos de los partidos que alertan de los peligros de la llegada de formaciones extremas deberían, al tiempo, de aclarar que, precisamente, la Constitución Española salvaguarda derechos que por mucho que vayan en los programas electorales no pueden hacerse efectivos porque hay un marco legal que los preserva. Quizá falte mucho de pedagogía sobre la historia política de España y, en concreto, sobre la Constitución Española para que las nuevas generaciones, y no tan nuevas, comprendan su importancia como garantía de los derechos que tenemos como ciudadanos de un país democrático. Como todo texto amplio en su declaración de intenciones requerirá modificaciones puntuales, pero no una reforma de máximos que sería, por otro lado, imposible de consensuar. Conviene, por lo tanto, hacer pedagogía de ella durante todo el año y, que al margen del puente, los ciudadanos comprendan que todo lo bueno que tiene este país está ligado a ese marco que no por los años que pasen deja de estar vigente en lo sustancial. Desde la escuela habría que impartir un clase magistral para que todos sepamos aquel valor del consenso.