Los barrios salen a la calle

Hay barrios en la capital que tienen una situación geográfica privilegiada, con vistas panorámicas de obligado cumplimiento para quienes visitan la ciudad en “modo” turismo. También para quienes residen en ella. Uno de ellos es el del Tomillo, una zona que, sin embargo, se encuentra más alejada del centro y, en cierto modo, con necesidad de servicios básicos para el ciudadano en su día a día. Lo mismo ocurre con San Juan, emplazado en el corazón del casco antiguo. Son dos lugares de belleza incomparable, cada uno con sus singularidades, que, sin embargo, en los últimos tiempos claman por lo que les pertenece. Están dispuestos a movilizar a sus vecinos para que el Ayuntamiento cumpla sus promesas y termine de una vez por todas con problemas que resultan endémicos. En El Tomillo, por ejemplo, exigen soluciones para el solar de la calle San Sebastián y otras cuestiones básicas, como la limpieza de jardines o adecentar el parque público del barrio, además de acabar con peligros, como alcantarillas abiertas cerca de juegos infantiles y podar el arbolado. En San Juan, la principal preocupación radica en el mal estado en el que se encuentran muchas de sus viviendas, por lo que reivindican un plan integral de rehabilitación. El Ayuntamiento está obligado a dar una respuesta rápida más por motivos reales que electoralistas. El problema está en el mal estado en el que se encuentran las arcas municipales, un obstáculo que impide a quienes tienen la sartén por el mango reaccionar a su debido tiempo. La solución pasa por buscar el equilibrio a la hora de invertir en la ciudad, de tal forma que no todos los esfuerzos se vuelquen en el centro, sino también en la periferia.