Listas de espera despolitizadas

El cambio de gobierno, una vez que el PSOE dejó la Junta de Andalucía tras no poder formar Ejecutivo tras las últimas elecciones, llevó al PP al Gobierno y desde ese momento anunció auditorías, informes y análisis de situación de cada una de las consejerías para poder acometer medidas concretas. En este sentido, la sanidad ha sido una de las que, a priori, más sorpresas depara en estos meses. Desde la Consejería se elevó, notablemente, el número de andaluces que aguardan en la denominada lista de espera de los hospitales andaluces. Unas cifras que son muy superiores a las ofrecidas por el anterior Ejecutivo de la Junta al Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. El cómo se dilucidan estadísticamente cada uno de los procesos desde que llega el paciente o pide una cita es la clave para cuadrar o no esas listas. En este sentido, al margen de organismos auditores sería necesario que entidades públicas sin adscripción política velaran por la corrección de los datos, o se le da más peso a los Defensores del Pueblo para que todos tengan unos parámetros similares para poder analizar certeramente unos datos que se usan, en la mayoría de las ocasiones, como argumento político. Si tanto el PSOE, como ahora el PP de la mano del nuevo consejero, consideran que la sanidad andaluza es la “joya de la corona” deberían no ya ponerse de acuerdo pero, al menos, apostar por una regulación que vaya eliminando unas listas de espera que, en cualquier caso, existen y las sufren los andaluces en su día a día. Ahora, un nuevo frente se abre con las listas de espera de la Dependencia, en Jaén más de 9.500 personas que, de momento, están sin evaluar. Un dato que, hasta hace unos días, no existía.