Linares vuelve a pedir su sitio

Linares vuelve a salir a la calle para reclamar un trozo de futuro que entiende su ciudadanía que se está perdiendo. La caída de su tejido industrial y el fracaso de las iniciativas públicas para remediar el terremoto que supuso el desmantelamiento de Santana Motor ha dejado tocada a la economía de una ciudad, otrora poderosa, pero que hoy ve cómo el poco tejido industrial que hay es incapaz de dar trabajo a las nuevas generaciones de linarenses. Es cierto que hubo variados intentos de reflotar ese tejido industrial tan especializado y que nutría a Santana, pero los intentos públicos no se han consolidado. Las nuevas promesas como el Plan Linares Futuro tampoco terminan de aclararse y los ciudadanos ven como su ciudad ocupa las últimas posiciones en España en cuanto a empleo se refiere. Las bolsas de pobreza aumentan y la emigración, tan común en otras comarcas de la provincia, es moneda de cambio para poder buscar posibilidades de desarrollo. Ante este panorama la Plataforma “Todos a una por Linares” aglutina el temor compartido de asociaciones, colectivos y personas anónimas que exigen un cambio notable en las políticas que se aplican a la Ciudad Minera. Al hilo de su petición de las ayudas agrupadas en la Inversión Territorial Integrada (ITI) enarbolan la bandera de una inversión para reflotar una industria que aún se mantiene pero que requiere de nuevas locomotoras industriales. Sin duda, sus reclamaciones en la calle, no caen en saco roto, porque una de las características de los linarenses es saber pelear por lo suyo. Un espíritu que a la larga siempre dará rédito porque hace que los dirigentes políticos estén inquietos y tengan que prestarles atención.