Las Ramblas y su uso político

19 ago 2018 / 10:56 H.

Tal y como estaba previsto los actos de homenaje a las víctimas del atentado de Barcelona de hace un año se convirtieron en un escenario más para vociferar al mundo el independentismo excluyente de una parte de Cataluña. Un día antes de los actos conmemorativos, las propias víctimas denunciaban el olvido institucional en este tiempo y, sobre todo, alertaban del uso político de su “causa”. Era complicado que el independentismo con tan buenos canales institucionales desaprovechara el plató internacional que fue ayer Barcelona para lanzar al mundo la idea de unos Países Catalanes (sea este invento imperialista otra ensoñación más) oprimidos. Si tras las tragedia el Gobierno catalán de la Generalitat fue capaz de diferenciar entre víctimas españolas y catalanas, estaba claro que la consigna era aprovechar cualquier micrófono y escenario para mostrar sus consignas. La unidad de acción es uno de los pilares, junto a la lucha jurídica y policial, con los que consiguió España librarse de la amenaza sangrienta de ETA. Aunque con matices, la lucha contra el terrorismo en España siempre contó con la ayuda entre policías, con un camino de consenso político y una condena unánime de la sociedad española. Con el 17-M, sin embargo, y dado el contexto político zafio que vive Cataluña, se ha conseguido algo inédito como enfrentar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Cuando la mala política llega a viciar todo lo que toca es el momento de replantearse qué objetivos maquiavélicos tienen sus representantes. Una parte de Cataluña es incapaz, aunque solo sea un día, de mostrar respeto y consideración a las víctimas porque hay algo más importante que ellas, su discurso.