La noria del mercado del aceite

15 mar 2019 / 16:28 H.

En el enrevesado mundo del mercado del aceite de oliva nunca hay estabilidad y, llegado el momento cíclico, el olivarero puede vender por debajo o al límite de los costes de producción. La casuística particular de un negocio que juega con la producción mundial y con la necesidad de venta de los productores hacen que se difícil conjugar la rentabilidad, un precio que no asuste al comprador en el supermercado y el pago al agricultor en origen. De esta manera, la bajada del precio ha hecho que las cooperativas y almazaras de la provincia busquen alternativas para no perder dinero, así la opción de acudir a los bancos y cajas para pedir adelantos de créditos es una opción antes que vender por debajo de costes o a un precio irrisorio. Porque lo que es un dato irrefutable es que el aceite cada vez tiene menos valor de mercado, por ejemplo el lampante vale un 30% menos. La Consejería de Agricultura ante el pánico generado en el sector reúne hoy al Consejo Andaluz del Aceite de Oliva en Jaén para analizar la situación y estudiar posibles soluciones. España afronta una gran producción esta campaña, Jaén tendrá la segunda mayor de su historia, y eso, inevitablemente hace que caiga el precio. La clave sería poder tener peso en el mercado para no caer en los cantos de sirena de vender a cualquier precio y por esta razón es tan necesario que el aceite jiennense tenga cuanto mayor peso específico mejor. Es decir, tener posibilidad de regular precios porque se opere de manera más conjunta y así controlar la venta. De lo contrario, se repiten escenas ya viejas, vienen de fuera, hacen negocio con la venta posterior del preciado líquido y aquí creemos, erróneamente, que hemos triunfado. Pues, no.