La lección del caso Nóos

18 feb 2017 / 11:12 H.

Uno de los casos más relevantes judiciales en España en las últimas décadas y que puso en jaque instituciones básicas del Estado y lo que es más importante la división de poderes de cara a una sociedad española alertada porque la corrupción llega a todas las esferas de poder. Después de un dilatado proceso judicial y mediático, de presiones de todo tipo y también lógicas discrepancias dentro de la interpretación de las leyes, se dicta una sentencia por unanimidad de las tres magistradas del tribuna de la Audiencia Provincial de las Islas Baleares, que en su Sección Primera, comunicó ayer una sentencia que es histórica en todo. Queda probado, según la sentencia, que Iñaki Urdangarin cometió un delito continuado de prevaricación en concurso medial con un delito de falsedad en documento público y otro de malversación de caudales públicos. Sobre estos hechos que se consideran probados por parte de las magistradas recae una condena de 2 años y 8 meses de prisión. A lo que hay que sumar el delito por fraude a la Administración Pública por el que se le condena a 7 meses; un delito de tráfico de influencias, un año más de prisión; un delito contra la Hacienda Pública, que supone un año más de condena. La suma de todas las penas supone 6 años y 3 meses de prisión, con 7 años y un mes de inhabilitación. Sobre la sentencia, que absuelve a la Infanta Cristina, cabe recurso ante el Tribunal Supremo, algo que, probablemente, hagan tanto la defensa como la acusación particular. En cualquier caso, y aunque las expectativas en algunos sectores políticos y sociales eran muy altas, ha quedado claro que nadie está ajeno al ordenamiento jurídico, aunque seas pariente de la Casa Real.