La dispersión de edificios

11 jun 2019 / 12:13 H.

La dispersión de edificios hospitalarios que hay en la capital es un problema que viene de lejos, que se acentuó en los años de la crisis y que tanto los trabajadores como los usuarios viven con grandes dosis de paciencia. El trasiego de expedientes de un centro a otro es uno de los ejemplos más claros de los contratiempos que genera la ausencia de un lugar único. Hay servicios dobles en el Complejo Hospitalario de Jaén por culpa de la distancia que separa a unos de otros y, en cuanto se elimina alguno por cuestiones de rentabilidad, la comunidad sanitaria se resiente. Uno de ellos es la comida. Se cerraron las cocinas del Hospital Doctor Sagaz como parte de un proceso de reorganización del servicio de restauración, a pesar de las ocho mil firmas que se recogieron, y tanto los pacientes como los profesional avisan, desde entonces, de la pérdida de calidad y temperatura que sufren los menús. Hasta que el último suceso agotó la paciencia de quienes lo sufren. Vieron cómo una grúa llegó a las tres de la tarde con el camión que surte la comida, lo que produjo retrasos en un servicios que es básico en un centro hospitalario, porque comer a deshoras significa, en muchos casos, alterar tratamientos. Urge una solución definitiva a un problema que se extiende en el tiempo y que tiene como centro de la diana la salud. La Junta de Andalucía, que es la que tiene las competencias en materia sanitaria, está obligada a escuchar a los profesionales para abordar situaciones que no se pueden volver a producir en una capital de provincia, centro de referencia de los pueblos jiennenses. Hace tiempo que reclaman la construcción de una Ciudad Sanitaria, una promesa incumplida utilizada como arma política.