La Cámara está en serio peligro

23 oct 2016 / 11:34 H.

La situación económica en la que se encuentra la Cámara de Comercio es de sobra conocida y, lejos de enmendarse, tiende al empeoramiento. La venta de su representativo edificio de la calle Hurtado no fue una solución definitiva, sino una respuesta de tránsito a un problema mucho más profundo. Los pocos trabajadores que aguantan el tipo en el Vivero de Empresas están abocados a ver cómo cierra una de las entidades que es referencia para los empresarios jiennenses. No hay dinero, las deudas asfixian y resulta imposible que lleguen subvenciones por culpa de los embargos que no cesan. El propio presidente, Manuel Barrionuevo, reconoció en el pleno del viernes pasado que hace falta un “milagro” para no tener que preparar el funeral de entierro. Todo hace indicar que, en breve, se convocará una comisión de liquidación. Será el primer paso. El segundo consistirá en refundar otra o apostar por una fusión con las dos que quedarán, la de Linares o la de Andújar. Sin embargo, la actual directiva todavía conserva la esperanza de la salvación. Hay que recordar que existían dos posibilidades. Por un lado, alquilar el Vivero de Empresas e hipotecarlo con un crédito que impidiera frenar los embargos y, por otro, venderlo. Sin embargo, existe un cláusula del uso del suelo que lo impide y, además, ninguna Administración puede acometer tal desembolso. El próximo miércoles será un día clave. Será entonces cuando se conozca si dimite el equipo directivo y se abre paso a la extinción de un organismo con 130 años de historia. Las administraciones públicas están llamadas a hacer lo posible para que la Cámara de Comercio recobre la vida que necesita para no dejar a los empresarios en situación de orfandad.