Fusiones que son futuro

Un nuevo gigante para operar desde Jaén con el mejor aceite por todo el mundo. La fusión entre las cooperativas Jaencoop y Olivar de Segura supone un paso más en esa necesaria suma de fuerzas que requiere el sector para empujar más por la fortaleza de la provincia. Estos caminos que son fáciles de trazar de palabra requieren, sin embargo, de mucha negociación para que quede claro que la suma fortaleza a las organizaciones que deciden dar el paso. En este caso desde 2011 comenzó a fraguarse una fusión que ahora se convierte en realidad y que aglutina a 26.000 socios, 28 aceiteras y 130.000 hectáreas de la provincia con unas 120.000 toneladas de zumo de aceituna. Dos cooperativas que tienen entre sus asociados aceites con unas particularidades muy marcadas y que así consiguen músculo para defender mejor todas las marcas que tendrán ahora un paraguas común. En algunos de los proyectos que comparten ambas cooperativas se requería un mayor volumen con el que negociar y, sobre todo, abastecer las necesidades del mercado y así se consigue más aceite para crecer en nuevos nichos de venta. En este sentido es una necesidad que este tipo de fusiones continúen en la provincia porque son una necesidad que ve el propio sector. Desde hace mucho tiempo se advierte de que este es uno de los caminos para asegurar el peso específico del olivar jiennense en el mercado internacional y solo desde el convencimiento de los interlocutores se puede avanzar. A la administración cabe pedirle que facilite e incentive todos estos procesos y que acompañe, como lo hace, a las empresas resultantes para ganar cuotas de mercado en el extranjero. Esa hoja de ruta es irrenunciable.