Fomento de hábitos saludables

25 sep 2017 / 10:40 H.

A pesar de que se tiene la percepción de vivir en una sociedad que cada vez se preocupa más por la salud, los estudios alertan de un peligroso y progresivo giro en las costumbres alimenticias de los españoles. El continuado alejamiento de la tradicional dieta mediterránea pasa factura y tiene su repercusión directa en los datos de obesidad, base de otras muchas enfermedades. La alarma se dispara aún más cuando los protagonistas son los menores, sector de la población en el que, como alertan los especialistas, los porcentajes registran un crecimiento también continuado, que debe ser atajado en todos los ámbitos. El primero y fundamental, en los hogares. Las modas exportadas y los nuevos ritmos adoptados hacen que la alimentación tradicional haya quedado relegada a un plano secundario, cuando son más que conocidos los beneficios de la tradición mediterránea, sostenida a lo largo de los siglos. Algo tan sencillo como recuperar la sabiduría de los que nos precedieron a la hora de sentarse a la mesa, que hacían gala en sus cocinas de una dieta equilibrada, que tiene en su base las verduras y legumbres, y que posee, entre otros ingredientes, al aceite de oliva como su grasa estrella.

Campañas dirigidas a los escolares en el ámbito de los centros educativos también deben tener un protagonismo especial en la adquisición, por parte de los menores, de hábitos saludables, que permitan plantar cara a esos datos adversos. Desde las propias administraciones se impulsan acciones de este tipo encaminadas a la formación de materia de salud de los hombres y las mujeres del mañana. Sin duda, una buena alimentación es la mejor medicina.