El tercer adelanto electoral

Estas serán las terceras elecciones anticipadas de la historia democrática de Andalucía. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, refrendó ayer lo que era un secreto a voces: habrá autonómicas el 2 de diciembre. Argumentó tan trascendental decisión en la necesidad de buscar estabilidad gubernamental, en la imposibilidad de aprobar los presupuestos para el próximo ejercicio y en remarcar el acento andaluz de la convocatoria. El Parlamento quedó disuelto después de un Consejo de Gobierno, reunido de forma extraordinaria, que deliberó algo que ya se sabía en torno al mediodía. De esta forma, el nuevo año comenzará con un nuevo Ejecutivo elegido libremente por los ciudadanos. Se abre, en este sentido, un horizonte electoral de dos años, que incluye a Cataluña, y que pondrá a prueba todos los liderazgos. Susana Díaz es la encargada de abrir un melón del que intentará obtener la mejor tajada y, en este sentido, aprovechará el “efecto Moncloa” que pronostican las encuestas. Ni que decir tiene que quienes están en la oposición intentan hacer política en mayúsculas en un momento coyuntural como el actual. Son los que consideran que las urnas harán de cortafuegos en el escándalo judicial de los Expedientes de Regulación de Empleo. La presidenta, amparada en la dificultad de continuar adelante la gestión sin partidas presupuestarias, encontró la excusa perfecta para adelantar elecciones en una clara estrategia de recuperación del dominio de la izquierda mientras se acentúa la división del electorado más conservador. La maquinaria está en marcha, la campaña será más corta de lo habitual y está claro que hay quienes ya tienen el impulso cogido y, sin embargo, otros quedarán rezagados.