El precio de la luz por las nubes

Cuando las familias incrementan el uso de la luz por la crudeza del invierno el precio, sin embargo, es el más alto de los últimos años. Desde el Gobierno ante la contestación social que esto supone —ya ha calado en la ciudadanía que en España se paga más por la electricidad que en el resto de Europa— se insinuó que puedan existir acuerdos de las operadoras para la fijación de precios. En este sentido, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, apuntó una serie de medidas para evitar que el precio de la luz siga esta escalada. Entre ellas, que se establezca la figura de un “creador de mercado” y, quizá más importante, la obligación de los operadores de presentar ofertas cerradas. Mientras todas estas ideas toman forma, la realidad es que ayer la electricidad volvió a marcar su precio máximo desde 2013, con una media de 88 euros megavatios/hora. Al embrollo habitual que explica nuestra factura hay que añadir el precio de gas que utiliza el mercado eléctrico para producir energía eléctrica, así que se espera como agua de mayo que bajo el precio del gas para que a su vez repercuta en la factura eléctrica. Desde las operadoras, sin embargo, se asegura que la media de pago española está por debajo de países como Francia, Alemania o Italia y que estas subidas, además, afectan a un porcentaje pequeño de consumidores, ya que la mayoría en sus contratos se fija un precio común para todo el año. En cualquier caso, tanto el Gobierno como la oposición son conscientes de algunas de las debilidades y cortapisas del sistema actual que, con matices, es parecido al de otros países europeos. Se antoja fundamental un pacto de Energía que elimine de la factura del ciudadano extras inadmisibles.