El “excepcional” señor Torra

15 may 2018 / 08:37 H.

El aparente desbloqueo de la política catalana comenzó ayer. La Generalitat de Cataluña ya tiene un presidente que, a tenor de sus propias palabras, se considera transitorio. Quim Torra, en la segunda sesión del debate de investidura, logró 66 votos a favor (Junts per Catalunya y Esquerra), 65 en contra (Ciudadanos, PSC, Catalunya en Comú-Podem y PP) y cuatro abstenciones (CUP). Desde que se celebraran las elecciones el pasado 27 de diciembre, el nacionalismo catalán y, sobre todo, el huido Puigdemont condiciona la vida no solo política de la comunidad, sino también la social y económica. Finalmente, el resto de partidos independentistas dan por bueno el candidato del presidente en su elegida diáspora. Plegados a sus designios por un supuesto interés mayor como es la consecución de una república que, de momento, aúna sensibilidades muy dispares. “Agradezco la votación y al presidente Puigdemont por su generosidad. Visca Catalunya lliure”, ha comentado Torra tras conocer el resultado de la votación. Esa supuesta Cataluña sin libertad es la mayor ensoñación y engaño masivo que de momento perpetra este nacionalismo fascistoide que practica este delfín de Puigdemont. En esa Cataluña limpia sobran, en función de sus insensatos mensajes de Twitter, los españoles que viven en Cataluña y que no sean independentistas. La pureza de sangre e ideológica es muy necesaria para aunar un pensamiento excluyente y, con todas las letras en un palabra: fascista. Visto en perspectiva la aplicación del artículo 155 solo ha sentado un precedente, ahora el incumplimiento de la Constitución y de las leyes que regulan la autonomía tendrá un final preciso. Otro asunto es si mantendrán la estrategia.