A vueltas con el Museo Ibero

El Museo Ibero vuelve a estar de actualidad. No precisamente por lo que debería —porque ya tuviera fecha concretada para su apertura—, sino por una nueva disputa burocrática en torno a la titularidad de los terrenos sobre los que se asienta. Al parecer, según un informe de la Abogacía del Estado, no se puede realizar la cesión de los terrenos por parte del Ayuntamiento a la Junta de Andalucía porque en el acuerdo a cuatro bandas suscrito en el año 2004 se establecía que este suelo era para la ciudad. Ese es el problema que ha llevado al alcalde de Jaén, Javier Márquez, a convocar cuanto antes la comisión de seguimiento, con el fin de encontrar la mejor solución.

La ciudadanía jiennense asiste atónita a la enésima traba con la que se enfrenta la esperada infraestructura, que acumula años de retraso. Desde que surgió el movimiento ciudadano y social que demandaba la creación de un museo para reunir en un mismo espacio los principales exponentes de un arte en el que Jaén es potencia mundial hasta el día de hoy, en el que la infraestructura aguarda —al fin— su inauguración, ha habido todo un rosario de obstáculos. A los representantes de las diferentes administraciones se les demanda altura de miras y voluntad para desbloquear cuanto antes las posibles discrepancias. Un nuevo capítulo de enfrentamientos entre políticos de diferente signo, con sus correspondientes dimes y diretes, no es lo que necesita el Museo de Arte Ibero de Jaén; lo que demanda es celeridad, diálogo y sentido común para que el edificio ya construido se llene de vida y permita sumar un atractivo más para la ciudad y la provincia, y lo que ello conlleva en la generación de riqueza.