De bancos
y pueblos

09 nov 2018 / 11:21 H.

De pequeña me decían: “Estudia, estudia y hazte una mujer de provecho. Un buen trabajo y tu casa para que no te falte de nada. Estudia, estudia”. Hoy estas palabras me retumban en la cabeza, y es que a mi familia se le olvidó decir: “Estudia, estudia y nunca compres una casa, nunca tengas ahorros en el banco y nunca permitas que los bancos te manipulen”. Hoy siento una profunda vergüenza por el Tribunal Supremo. Es realmente grave ver cómo un órgano judicial se debe a los bancos, esos que te regalan una tele a cambio de jugar con tu dinero y recordarte que tú no eres nadie sin dinero. Esos bancos que nos exprimen hasta el último suspiro en forma de céntimos son los que mandan en los bancos. ¡Fíjese usted, español o española! Primero les pagamos la deuda, luego nos empobrecen aún más. Y ahora, nuestros políticos y políticas buscarán su puerta giratoria hacia su jubilación; riéndose de todo el pueblo español, llenándose los bolsillos a costa de nuestro trabajo, subiendo impuestos, haciéndonos creer que es necesario... y todo esto sin olvidar, por supuesto, que cualquier entidad que tenga nombre de “guarde aquí su dinero” vale más que cualquier ser humano. Y seguimos en nuestro sofá.