La cuadratura de los círculos

14 ene 2018 / 11:30 H.

La envidia se ceba en el milagroso inventor de la cuadratura del círculo; incluso en plural: de los círculos de su partido, alcanzando el cielo y convirtiéndose en el dios personal único, no ya de tres, sino de cinco millones de personas (su mujer de turno, para él, no cuenta). Milagroso también es —o debería serlo— el que gran parte de la izquierda haya votado a tan redomado machista y el que un vallecano haya sido cooperador necesario para el triunfo. Aunque sea en parlamentarios —nunca en votos— de unos separatistas totalitarios catalanes.

No sería sorprendente, en cambio, que una persona que se apellida Iglesias esté contribuyendo decisivamente una y otra vez a mantener como presidente del Gobierno a alguien tan derechista, incapaz y corrupto como el de Rajoy; pero, fiel a sus contradicciones dudosamente marxista, el mismo Pablo Manuel recortó u nombre hasta en su DNI para disfrazarse de un auténtico socialista ya muerto. Sin duda pasará a la historia y al libro de records Guinness, en un apartado muy distinto al que creen quienes tienen aún una fe ciega en él, pero muy meritorio, por contar con mucha competencia: el de los ilusionistas políticos.