A por lo que queda

18 sep 2016 / 17:30 H.

Cualquier optimista puede dejar de serlo si contempla la realidad por los muchos hechos negativos que ocurren, pues nunca hubo tantos incendios sospechosamente provocados que destruyen la naturaleza. Ni nunca hubo tantas desavenencias políticas y sociales que arruinan la sociedad y la familia, con tanto divorcio y violencia de género por la falta de fe y amor. Nunca hubo tanta gente que no creyera en nada, ni siquiera en Dios, en cuyo nombre se atiende a tantísimos pobres que según Cáritas aumentan cada día y tampoco hubo nunca tanta deuda de Estado en parte generada por tanto político (soportamos 20 parlamentos con el europeo). Mientras algún partido viene prometiendo lo que no puede dar, con ideas de cambio para cambiar si algo funciona todavía y con éstas, vamos a por lo poco que queda. Cuando entró la democracia (1976) un servidor con solo 27 años, tenía consolidado ya mi proyecto de vida y de familia, por eso me entristece que hoy, muchos jóvenes, quizá mejor formados no tengan ni futuro ni esperanza. Veremos si al final no tendremos que decir “Cualquier tiempo pasado fue mejor”..