Secesionismo

16 sep 2016 / 17:30 H.

Pese a las dudas que algunos siembran, el Estado de Derecho funciona en España, y no se puede vulnerar sin caer bajo el peso de la ley. Es algo que aparentan no reconocer los impulsores de proceso secesionista en Cataluña, tan hábiles a la hora de diseñar escenarios virtuales, aunque contradigan la legalidad y den la espalda a la cruda realidad jurídica, política y social. Uno de los argumentos del separatismo, al que parecen abrazarse ciegamente sus seguidores, es que una vez alcanzada la independencia, Cataluña no dejaría de ser miembro de la UE, debido a su peso económico. Los portavoces europeos no han dejado de reiterar que ninguna región que se desgaje de un país miembro tiene cabida en la Unión, nacida con una vocación unitaria y contraria a los nacionalismos. Pero sería clarificadora una declaración del Consejo y el Parlamento europeo en la que se rechace de raíz todo intento separatista, sin posibilidad de interpretación en sentido contrario.