Fantasmas

17 sep 2016 / 17:30 H.

No creo que nadie haya visto realmente un fantasma, refiriéndome al estado etéreo de los que vivieron entre nosotros, pero al igual que las meigas, hemos de afirmar que haberlos haylos. Tenemos fantasmas famosos en la literatura, otros llevados al cine, como Hamlet, El Caballero de Olmedo, el fantasma de Canterville, el de La Ópera o el de Notre Dame y, el más cercano a Jaén, el fantasma del Castillo-Parador de Santa Catalina, al que muchos clientes afirmaron haber visto o sentido. A este estado intangible han llegado incluso cosas inanimadas, como el Buque Fantasma, pero lo que no podía esperar es que también existieran cargos etéreos, esos que se ejercen en espíritu, sin presencia corpórea, de los que solo sabemos lo mucho que cobran de las arcas , pero no lo que hacen. La ciencia ha avanzado poco o nada para aclarar las apariciones de los fantasmas y solo las creencias de parte de la población mantienen y dan fe de su existencia. Sin embargo, en la subespecie de los cargos fantasma hemos de congratularnos por la labor llevada a cabo por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, al descubrir a tres espíritus directamente relacionados con el PSOE, uno de ellos ocupando cargos electos y otros dos por ser hijos de alcaldes del partido. Nada puede sorprendernos al saber que el vástago de la que fuera alcaldesa de Jaén haya ejercido espiritualmente el cargo de director de la Filmoteca de Andalucía, si tenemos en cuenta que su madre nos dejó el fantasma del tranvía, el del parque acuático y el del aparcamiento del campo hípico. Confieso que puestos a elegir yo prefiero a los fantasmas que arrastran cadenas y dan portazos, por mucho ruido que hagan. Los que me dan miedo son los otros, esos que cobran en espíritu de nuestros impuestos, porque estos sí que pueden dejarnos sin casa, sin trabajo y sin nada que llevarnos a la boca.