Llenando las palabras de futuro

13 ene 2018 / 10:56 H.

Hablamos con mucha frecuencia de producción y consumo responsables, y en el contexto en que nos movemos son meras palabras, en ocasiones vacías de contenido. Incluso el concepto de solidaridad ha perdido el valor que tenía cuando éramos más humildes y acogedores. Pues la avaricia consumista no solo ha secado nuestros corazones, sino que, incluso, ha tenido la capacidad para acometer el gripado del motor de la macroeconomía.

Alguno me tachará de derrotista, pero yo le animo a mirar al futuro a la cara y decirme qué ve, pues en este panorama de ultratecnificación acelerada yo solo alcanzo a ver desesperación y ruina para el global de nuestra especie. Porque sí estamos cada vez más automatizados y tenemos las cosas más fáciles, aunque es cierto también que cada día nos cuesta más repartir, ser generosos.

Entiendo que los ámbitos de decisión próximos van a tener en el futuro la palabra. Que habrá que llenar antes de contenido, claro. Porque esta mecanización, sin corazón ni cabeza, no puede hipotecar el futuro brillante del ser humano que vence a sus propias miserias y abre los ojos a un sano y productivo porvenir.