El valor de la amistad

27 sep 2016 / 17:30 H.

La primera frase que oí sobre la amistad fue: “La amistad es la familia que escogemos”. Tal vez sea así, ya que nuestra familia de sangre nos viene impuesta. Solo considero el valor de la amistad en nuestra vida y, sobre todo, en los momentos difíciles; en aquella etapa borrascosa que todos atravesamos y en la que viene como llovida del cielo esta frase de Francesco Alberoni: “Un amigo es la persona que nos muestra el rumbo y recorre con nosotros una parte del camino”. Pero se impone la realidad y los amigos que no son verdaderos no se complican la vida haciendo causa común contigo en este caso, ya que ellos tienen también sus propias adversidades. Quizá tenga un concepto de la amistad demasiado elevado. Quizás la considere una bendición en nuestra existencia. Entiendo que el mejor regalo que podemos ofrecer a otra persona es nuestro amor desinteresado, nuestra atención, escucha y compañía. Y tal como están las cosas, es pretender volar demasiado alto. Por otra parte, Plutarco, haciendo gala de un agudo sentido del humor, declaró: “No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor”. Creo que amigo no es aquel que te presta su hombro para que llores sobre él, sino quien te zarandea para que reacciones, si lo necesitas. Es para mí inevitable y absolutamente justo que pensemos y valoremos en este contexto la amistad de Jesús de Nazaret que, siendo Dios, nos eligió para ser sus amigos, Él, “Amigo que nunca falla”, nos necesita para amar. Se vale de nosotros para que seamos agentes de su Amor y su Misericordia en medio de este mundo convulso.