Siento vergüenza del género humano

Solo siento vergüenza de pertenecer al género humano por sus atrocidades, por su maldad y crueldad; por su indiferencia y egoísmo, por su carencia de amor; por su falta de sensibilidad y de solidaridad. Siento vergüenza de mí mismo por no saber encontrarme y perderme en los senderos que no conducen a Dios, por no ser capaz de amarme como Dios quiere que nos amemos y nos cuidemos; siento vergüenza del género humano al que Dios dotó de inteligencia, luz y de corazón para que le devolvamos los dones con que Él nos dotó. Siento vergüenza de los conflictos y repudio la estupidez humana, la de los “sabios” que nada saben del amor y de la paz; siento vergüenza de todos los responsables que se vanaglorian de su “poder” y no reconocen el poder de dios, de su gran e infinita misericordia, de su ilimitado perdón y de su paciencia. Siento vergüenza de las religiones, de sus representantes mayoritariamente que han dispersado al rebaño y que con sus hipocresías tienen las puertas del Infierno abiertas. Siento vergüenza del hombre..., no de Dios.