Yo soy andaluz

28 feb 2019 / 08:52 H.

Lo dice mi partida de nacimiento y lo confirma mi DNI. Yo nací en Jaén y soy andaluz. Y no soy jiennense ni andaluz sólo por circunstancias de mi nacimiento, que podría haber ocurrido en cualquier otro lugar del mundo. Soy andaluz por sentimiento, por convicción, porque me llena de orgullo y me gustaría poder decir en voz alta a los cuatro vientos que Andalucía es un paraíso total.

Pero no es así, Andalucía es un paraíso natural pero no lo es como región donde imperen la justicia y el bienestar, la igualdad y la limpia altura de miras e intenciones, porque los políticos no han trabajado para que así sea y han hecho de esta región un lugar en el que no hay sitio nada más que para ellos. Los andaluces matamos las penas cantando, pero los políticos, además del dinero, nos han quitado hasta la voz. Hoy celebramos el “Día de Andalucía”. ¿Cuántos miles de andaluces tienen en realidad algo que celebrar? Ni siquiera pueden alegrarse de que hoy sea un día no laborable porque son innumerables los ciudadanos que no tienen trabajo. La fiesta sólo pueden celebrarla por todo lo alto los políticos, sobre todo, los que gobiernan, aunque los demás también tienen su parte en la tarta. Después de 40 años, se ha producido un cambio y ello conlleva a la aparición de una pizca de esperanza. Hay que esperar, aunque hay que concienciarse de que no hay que esperar milagros. No hay tantas diferencias en los programas ni en las conciencias de los partidos. Pero el pueblo tiene derecho —y necesidad— de que se produzca un cambio, especialmente porque es difícil hacerlo peor. Pero no hay que ser muy optimistas. La plana mayor de los partidos va cambiado de rostros, relevando las caras —o los caras— que ya estaban desgastados, demasiado calados. La última en marcharse ha sido Celia Villalobos, después de más de 30 años de actividad política, fue incluso ministra del Partido Popular y últimamente vegetaba en cargos bien remunerados. Pues ya estaba bien y su marcha la van a agradecer muchos ciudadanos. Llegan nuevas generaciones aunque aún deberían desaparecer algunos rostros más, como el de Pedro Sánchez para quien su juventud no ha sido un aval y ha reeditado viejos errores y creado otros nuevos. Los nuevos políticos no lo van a tener fácil porque su oficio está muy desacreditado. Ojalá acierten y el “Día de Andalucía” sea realmente un gran día para todos los andaluces.